Koeman, Stoichkov y Bakero reviven el gol de Wembley 25 años después

El barcelonismo nunca olvidará, por muchas conquistas que acumule a lo largo de su historia, aquel minuto 111 en el mítico estadio de Wembley un 20 de mayo de 1992. Stoichhov movió el balón, Bakero lo paró y el zapatazo de Koeman a la red desbordó la alegría de todos los culés. Un gol para la eternidad que fue recreado este viernes por sus protagonistas, como colofón al tercer y útlimo coloquio del Fórum Samitier Wembley25.

Bajo el título 'Vivencias de Wembley' explicaron sus sensaciones Carles Rexach, segundo de Joahn Cruyff en ese momento, Koeman, Stoichkov, Eusebio y Amor. A la conclusión, el vicepresidente del Barça Jordi Cardoner pidió a los protagonistas de la falta -Bakero se sumó a los ponentes- que recrearan ese mágico momento.

"La falta no estaba preparada, pero sabía que iba a entrar. Entró por donde tenía que entrar", insistió Stoichkov, que ya había hecho esta misma revelación días atrás. "Vi que la barrera estaba muy cerca y le dije a Jose Mari: ven para acá que vamos a hacer esto", añadió. Y salio fenomenal.

El autor del gol de aquella final, Ronald Koeman, apuntó que tras la final perdida ante el Steaua, "no había mucho optimismo entre la afición". "Wembley fue la primera aunque después se ganó mucho más. Fue un momento increíble para el club y para mí. 25 años son muchos años y es una cifra especial", rememoró.

Guillermo Amor no pudo jugar aquella final por sanción, pero calificó ese día de "inolvidable",y aseguró que, como espectador vivió la final "al máximo", mientras Eusebio recordó que "fue la final de la ilusión" y elogió al malogrado Cruyff, el artífice de todo: "Johan tenía tanta determinación que nos hacía creer a todos que éramos muy buenos". También Amor sacó una sonrisa del abarrotado auditorio cuando explicó que "Johan nos decía: 'Eusebio va a jugar de lateral derecho'. Y pensabas que estaba loco, pero si te creías lo que decía, luego salía y salía muy bien".

DECIDIERON PONER UN DEFENSA MÁS

Por su parte, Carles Rexach aseguró que "estábamos convencidos que íbamos a ganar esa final", pero que fue "a medida que iban pasando los días" cuando Johan y él decidieron "poner un defensa más y jugar con cuatro atrás". Charly reconoció que, tras el gol de Koeman, "el partido se hos hizo eterno. El barcelonismo se quitó un peso de encima, hizo realidad una obsesión que siempre se nos había negado". Pasaron a ser los héroes de Wembley. El 'noi de Pedralbes' puso, como es habitual, un toque de humor al explicar que convenció a Stoichkov de jugar como extremo y no de '9'. Tras ese día, el búlgaro quedó tan convencido que en sus propias palabras, "ya no quise jugar más de delantero centro, demasiadas patadas...".

El presidente de aquella época, Josep Lluís Núñez, también estuvo presente en el auditorio, al igual que el preparador físico Ángel Vilda, para quien Stoichkov tuvo un sentido recuerdo aplaudido por los asistentes.