Koeman pende de un hilo muy fino

El enésimo desastre en la Champions convierte en insostenible su continuidad

El club evitó tomar ayer la decisión en caliente, pero el relevo es cuestión de tiempo

Koeman: "Me siento muy respaldado por mis jugadores. Por los demás no lo sé"

Koeman habló con los medios tras la derrota ante el Benfica / Movistar

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El álbum de los horrores en el que se ha convertido la Champions ya tiene un nuevo cromo enganchado en una de sus tétricas páginas. El Barça en Europa es un ‘déjà vu’ eterno, una caída interminable hacia la nada que ha convertido al equipo en una caricatura de lo que un día llegó a ser. Cada episodio duele más que el anterior porque cada uno de ellos recuerda al barcelonismo que aún no se ha tocado fondo, que poder levantarse queda aún lejísimo. El Benfica y Da Luz se unió ayer al grupo de verdugos europeos formado antes Roma, Juventus, Liverpool, PSG y Bayern. El infierno en el que se ha instalado el Barça parece no tener puerta de salida.

“Con nosotros, perder tendrá consecuencias”, avisaba Joan Laporta. Ronald Koeman será la primera de ellas porque el 3-0 en Lisboa se hace más difícil de digerir que la derrota ante el Bayern en el Camp Nou. El técnico aseguró sentirse “respaldado por mis jugadores” tras caer en Da Luz, pero no fue capaz de responder lo mismo en lo que al club se refiere: “No sé”, dijo lacónico. “No habrá decisión en caliente”, aseguraban desde el Barça ayer por la noche. “No se decidirá hoy”, añadían. La realidad suele ser terca y deja poco margen para la maniobra y la especulación. La realidad explica implacable que Koeman quedó ayer sentenciado como técnico del Barça, que ahora ya solo falta encontrar el momento para dar el paso. Es incluso probable que Laporta mantenga al holandés en el Wanda Metropolitano, pero a Ronald ya solo un fino hilo le sostiene al cargo y que se acabe rompiendo es cuestión de tiempo.

Ronald Koeman, durante el partido entre el Benfica y el Barça

Ronald Koeman, durante el partido entre el Benfica y el Barça / Javi Ferrándiz

No es solo otro resultado sonrojante que añadir al drama europeo: es el desconcierto que supone regresar a los tres centrales, cambiar de banda a dos de ellos tras encajar el primero, mantenerse tozudo en el dibujo contra todo y contra todos, retrasar a De Jong, insistir en Luuk, desquiciar a Sergi Roberto y meter a Mingueza a dos minutos del final. Es el comunicado que sustituyó a la rueda de prensa y su exagerada sinceridad que lo contamina todo. Koeman es prácticamente el único superviviente deportivo tras la llegada de Laporta, una anomalía estructural que llega a su fin.