Koeman mueve ficha

Ronald Koeman tiene sus propias ideas de cómo gestionar la plantilla del Barça. Así lo ha demostrado desde que llegó el pasado mes de agosto y así lo demuestra cada semana, asumiendo la responsabilidad de todas las decisiones que toma. También ha probado con hechos que no le cuesta reconocer errores ni rectificar si lo ve necesario. La titularidad habitual de Pedri o la presencia de Riqui Puig ante la Juventus con 0-3 en el marcados son prueba de ello.

El holandés es consciente de que su etapa en el Camp Nou no sería un paseo y, tras superar ya los cien días en el cargo, tiene una visión más nítida de la situación. Los últimos resultados no han acompañado y, tras reunirse con la secretaría técnica y sus jugadores, está convencido de contar con la complicidad del vestuario y, sobre todo, de que hay tiempo para remontar el vuelo en LaLiga y llegar en las mejores condiciones posibles a los octavos de la Champions. Para ello ha trazado una hoja de ruta en la que se muestra fiel a sus convicciones, pero también flexible en sus planteamientos.

EL TIEMPO DE LAS ROTACIONES SE ACABA

La ausencia de pretemporada y todo lo que ello implica ha obligado a Ronald Koeman a apostar por una gestión de la plantilla muy condicionada a las circunstancias. El técnico, de hecho, ha ido conociendo a sus futbolistas a medida  que pasaban las semanas, con cada entrenamiento y cada partido. De ahí que se haya negado a ser dogmático y que, con el paso del tiempo, haya dado oportunidades a futbolistas con los que, en principio, contaba poco o nada. Están los casos de Aleñá y, últimamente, Riqui Puig, pero también Pedri, del que creía que le habría ido bien una cesión antes de convertirle en fijo en su esquema.

Koeman está demostrando mano izquierda y no tiene miedo a rectificar, aunque, eso sí, también considera que ha llegado el momento de dejar a un lado las rotaciones constantes porque considera que la fase de prueba y ensayo ha llegado a su fin. Tras casi cuatro meses en el cargo, la imagen que tiene el técnico de su plantilla es ya muy precisa. De ahí que siga siendo optimista.

EN BUSCA DE UN ONCE RECONOCIBLE

Uno de los problemas que está teniendo Koeman es la dificultad para encontrar un once reconocible. El holandés no ha dejado de probar, desde la base que le da el 4-2-3-1, a diferentes futbolistas en distintas posiciones y con perfiles variados. De ahí que, ya en el mes de diciembre, se haga muy complicado identificar un once tipo esta temporada en el Barça. Por un lado, entiende que es bueno tener a todos sus jugadores enchufados, pero, por el otro, también considera imprescindible empezar a consolidar en sus respectivas posiciones a aquellos futbolistas que, hasta el momento, más méritos han hecho para seguir confiando en ellos.

Koeman sabe que los grandes equipos suelen ser aquellos que pueden recitarse de memoria y está convencido de que tiene futbolistas en el Barça para apostar por una alineación base a partir de las que, obviamente, introducir cambios cuando sea necesario.

NO DESCARTA UN CAMBIO DE DIBUJO

El sistema que más convence a Ronald Koeman es el 4-2-3-1, como ha demostrado hasta la fecha durante su carrera como entrenador, también en el Barça. Además, considera que la plantilla con la que cuenta en el Camp Nou se adapta bien a ese dibujo. De todas formas, y como también ha probado con hechos, para nada pretende ser dogmático ni mantenerse terco en una posición si considera que cambiar puede ser positivo para el equipo.

Si aún no ha probado de forma convincente con el 4-3-3 es porque está seguro de que, si se interpreta de la forma correcta, el esquema con el que ha arrancado su trayectoria blaugrana puede dar muy buenos resultados. Aún lo piensa. Pese a ello, no cierra la puerta a usar un 4-3-3 en el que Coutinho, Pedri y Trincao podrían tener un papel importante. El objetivo de Koeman es extraer el máximo rendimiento de sus jugadores, más allá del sistema.