Koeman se mantuvo firme tras hablar con los pesos pesados del vestuario

El técnico eligió seguir su 'intuición' por encima de las preferencias del vestuario

A pesar de venir trabajando con 4-3-3, Koeman prefirió modificar el esquema a última hora

El 1x1 del Barça ante el Athletic al descanso

El 1x1 del Barça ante el Athletic al descanso /

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

El triunfo del Barça en La Cartuja no solo supone el primer título para Ronald Koeman como entrenador del Barça, sino también una gran inyección de crédito para el técnico holandés. De cara a la afición y la directiva, pero también de puertas hacia dentro en le vestuario. Ronald hizo una demostración de liderazgo y personalidad en la previa del choque, cuando decidió cambiar a última hora la hoja de ruta prevista y a pesar de que hombres importantes del vestuario le habían transmitido preferencias distintas a las suyas. Koeman arriesgó y salió victorioso por todos los costados.

Durante la semana, SPORT ya adelantó que Koeman venía trabajando con un regreso al 4-3-3 después de las sensaciones que dejó el Clásico. Sin embargo, el técnico seguía dándole vueltas al dibujo. El holandés, tal y como explicó en el post-partido en rueda de prensa, consideraba que al jugar el Athletic con dos puntas era mejor tener una salida de balón con tres centrales. Además, el 3-5-2 protege más al equipo y Koeman consideró que era demasiado riesgo medirse 'a campo abierto' ante un Athletic muy físico.

Así las cosas, el técnico quiso darle una vuelta de tuerca más y a pocas horas de disputar la final, comunicó a la plantilla que su elección final era salir con un 3-5-2. Koeman charló con los pesos pesados del vestuario a lo largo de la semana y varios de ellos le transmitieron ciertas preferencias por el 4-3-3, un sistema al que están más habituados y cuyos mecanismos tienen ya de todo interiorizados.

Sin embargo, y a pesar de saber que varios de los pesos pesados de la plantilla 'votaron' por el 4-3-3, Koeman y su 'staff' se convencieron de que la mejor opción no era la que habían trabajado durante la semana. El cuerpo técnico hizo valer el tópico que dice que rectificar es de sabios y el Barça saltó al césped de La Cartuja con un 3-5-2 que resultó ser un gran acierto. Los azulgranas aplastaron al Athletic y, además de llevarse la Copa del Rey, Koeman se llevó el reconocimiento de la plantilla por su acierto en la pizarra.