Koeman: “He visto el gol de Wembley más de mil veces”

Mis hijos no habían visto la final, así que hace tres años nos reunimos toda la familia para verla

Como equipo tuvimos ‘ángel’. Tres ligas en el último instante... y Kaiserslautern

Se cumplen 28 años de la Copa de Europa de Wembley 1992

Se cumplen 28 años de la Copa de Europa de Wembley 1992 / SPORT.es

Toni Frieros

Toni Frieros

Pasarán otros treinta años y seguirá recordándose y celebrándose aquel majestuoso gol que en el minuto 111 de la prórroga perforó la portería de Pagliuca. Fue mucho más que un gol. Fue entrar en la eternidad, cambiar la historia de un club y la mentalidad de una afición acostumbrada a sufrir.

Koeman siempre será recordado como el héroe de Wembley, aunque él siempre afirma que hubo muchos héroes en la consecución de la primera Copa de Europa del FC Barcelona.

Por curiosidad, ¿cuántas veces habrá visto su histórico gol en Wembley?

¡Uffff...! No creo que exagere si digo que más de mil veces. En estos treinta años no ha habido ni uno solo que no se haya recordado. Incluso cuando estaba jugando o entrenando en Holanda, cuando llegaba el 20 de mayo, siempre se repetía en alguna televisión.

¿Y el partido entero, repetido?

Después de Wembley lo volví a ver alguna vez, pero pocas. No sabría decirle cuántas. Lo que sí puedo explicarle es que hace tres o cuatro años, hablando con mi familia, con mis hijos y sus respectivas parejas, caímos en la cuenta de que ellos sí habían visto muchas veces el gol, pero no el partido entero, así que nos reunimos todos en el comedor y lo vimos en familia. Fue una experiencia muy bonita.

Hay una leyenda que dice que ese disparo de falta lo practicó el día anterior a la final...

No, esa ejecución fue improvisada con Jose Mari Bakero y Hristo. Lo que sí hice en ese entrenamiento previo fue ensayar disparos a puerta desde fuera del área, pero era algo que solía hacer habitualmente.

Para preparar el ‘cañón’...

¡Exactamente! (Risas)

¿Recuerda con qué compañero durmió en la concentración?

Con Pep Guardiola. En mi primer año en el equipo, Johan, que era quien hacía la composición de las habitaciones, me puso con Txiki Begiristain. Decía Johan que era el más simpático y que con él aprendería el español mejor y más rápido. No sé yo... (risas)

¿Usted tenía la sensación de que era el líder de ese Barça?

No, creo que no. Al menos no el único. Cruyff era el jefe de todos y de todo. Su personalidad era enorme. Y estaba Hristo, un ganador nato; la serenidad de Zubi, el talento de Laudrup, el equilibrio que nos daba a todos Bakero. Jose Mari también fue un héroe en esa Copa de Europa, ¿sabe?

¿Sí?

¡Y tanto! En cuartos de final estuvimos a un minuto de caer eliminados en Kaiserslautern. Aquel golazo de cabeza también cambió la historia del club. Me gusta recordarlo. En realidad, en aquel Barça tuvimos mucho ‘ángel’.

Ronald Koeman, en otro momento durante la entrevista que concedió a SPORT con motivo del 30º aniversario de la Copa de Europa de 1992

Ronald Koeman, en otro momento durante la entrevista que concedió a SPORT con motivo del 30º aniversario de la Copa de Europa de 1992 / David Ramírez

¿A qué se refiere?

A ese gol en Kaiserslautern, al de Wembley en la prórroga, a cómo ganamos tres de las cuatro ligas. Si nos paramos a pensarlo fue increíble que las ganáramos en la última jornada. El penalti de Djukic en el Depor-Valencia...

Volviendo a Wembley. Hoy, treinta años después, que le llena más de orgullo...

Mire, hace cinco minutos, mientras les esperaba, se ha acercado un señor, más o menos de mi edad, y me ha dicho:_“Gracias, Ronald, por hacernos tan felices aquel 20 de mayo de 1992”. Eso es lo mejor, haber hecho felices a millones de culés. ¿Y sabe que es lo más curioso?

Diga...

Que todos los barcelonistas que vieron esa final saben exactamente dónde estaban. Siempre me lo dicen: “Yo estaba en tal sitio, con tal y tal...”.

Por cierto, ¿conserva aquella camiseta naranja?

¡Claro! La tengo aquí, en mi casa de Barcelona, enmarcada y colgada en la pared. Solo tengo colgadas tres camisetas: la del PSV con la que gané la Copa de Europa de 1988, la de Holanda cuando fuimos campeones de la Eurocopa, también en 1988, y Wembley. En nuestra época no era habitual el intercambio de camisetas, por eso tengo muy pocas.

Siempre se ha comparado al Dream Team con el Barça de Guardiola...

Es verdad que nosotros hemos sido los únicos en ganar cuatro ligas consecutivas, pero sinceramente, ese Barça de Pep fue mejor que nosotros futbolísticamente hablando. Y más regular, porque prácticamente nunca perdía. Y si empezaba perdiendo un partido, sabías que probablemente acabaría ganando. Además, Pep tenía en su equipo al mejor jugador de todos los tiempos: Leo Messi.

¿Ve algún paralelismo?

Sí, eso sí, ¡muchos!, porque Pep bebió de la filosofía de Johan. Un Barça que dominaba al rival teniendo la pelota y siendo ofensivo. Cuando Cruyff decía que si se podía ganar 5-4 mejor que 1-0, lo creía. A él le gustaba dar espectáculo, porque pensaba que la gente iba al estadio a disfrutar. Eso ha cambiado mucho en los últimos tiempos.

¿Qué quiere decir?

Hoy, lo más importante el ganar. Y Johan llegaba a enfadarse incluso cuando ganábamos.

¿Sí?

¡Claro! A veces comentaba: “Sí, hemos ganado, pero hemos jugado una mierda”. Y otras veces, incluso perdiendo, no se enojaba porque decía que habíamos jugado bien.

¿Este 30 aniversario ha sido algo agridulce para usted?

¿A qué se refiere?

Hombre, porque fue cesado como entrenador del Barça en octubre...

No fue un final feliz, desde luego, pero no vamos a hablar de eso ahora, ¿no?

No, hoy no toca...

Me quedo con haber hecho realidad una de las ilusiones de mi vida: entrenar al Barça. Nunca más volveré a entrenar a otro equipo. Solo a la selección de mi país.