Los inicios de Koeman, un defensa único en su especie

Así fue la presentación de Koeman

Así fue la presentación de Koeman / FC Barcelona

Dídac Peyret

Dídac Peyret

El año 1980 Ronald Koeman debutó con el primer equipo del Groningen con 17 años y 183 días. Fue el tercer jugador más joven de la historia en lograrlo del club, pero lo hizo como un veterano. Cuentan en Holanda que ya jugaba entonces con una serenidad asombrosa pero su aspecto era el de un adolescente. 

Su rostro estaba cubierto de pecas, lucía media melena rubia, y tenía unos ojos azules que se achinaban cuando sonreía. Además saltaba a la vista que era de cadera ancha y tenía unos kilos de más. Más que un defensa imponente Koeman tenía entonces el aspecto ideal para un anuncio veraniego de helados.  

Hasta aquí las apariencias. Porque en el campo pronto dejó claro que era un líbero especial. Sobre todo por su habilidad con las jugadas a balón parado. En su primera temporada con el Groningen marcó seis goles. Una cifra muy alta para un jugador que no jugaba precisamente de delanteros. En Holanda lo tenían claro: ahí había un jugador especial.

Mucho antes de que Robben y Van Dijk pusieran en el mapa al Groningen, Koeman se convirtió en la comidilla de la Eredivisie. Nadie dudaba de que no tardaría en marcharse a uno de los grandes de la liga. En casa su padre Martin, que había sido futbolista, conocía el potencial de sus dos hijos. Los dos futbolistas. También, Erwin. Los dos de fuerte carácter y listos para la élite. 

Ronald marcaría más de 20 goles en las dos próximas temporadas antes de firmar por el Ajax. Y debutaría con Holanda el año 1983 con 20 años. El Ajax parecía entonces el lugar perfecto para seguir creciendo y ganar títulos, a pesar de que Cruyff estaba entonces en el Feyenoord.

En Ámsterdam estuvo tres temporadas y solo ganó una liga, pero ahí empezó a formarse la columna vertebral de una Holanda para la historia. Koeman coincidió con Van Basten y Rijkaard. En su segunda temporada en el Ajax, Koeman marcó 9 de los 93 goles de su equipo y Van Basten 22. 

La otra gran estrella del fútbol holandés, Ruud Gullit, hacía estragos primero con el Feyenoord, donde ganó la liga el año 1984 y luego con el PSV, dos años después. 

Lo que nadie esperaba entonces es que Koeman se marcharía ese verano al PSV. Una decisión que provocó la ira de la afición del Ajax. En Eindhoven querían a Koeman para hacer algo grande en Europa. Y la apuesta salió redonda. 

Koeman firmó con 23 años y ofreció un rendimiento extraordinario. En tres temporadas ganó tres veces la liga holandesa. Y con unas cifras espectaculares. En la Eredivisie de 1987 sumó 19 goles. Y fue capaz de ganar la Copa de Europa ya sin Gullit en el equipo. 

En el banquillo estaba Hiddink. Y el PSV se convirtió en uno de los campeones de Europa con peor prensa de la historia de la competición.  Muchos aún recuerdan que se llevó el campeonato sin ganar un solo encuentro desde cuartos y con una tanda de penaltis en la final.

Fue el mismo equipo que evitó que el Madrid de la Quinta del Buitre tuviera opciones de ganar la primera Copa de Europa en color. Su PSV lo eliminó en semifinales con un doble empate: 0-0 en casa y 1-1 en Chamartín. Entonces había dos versiones de Koeman. El defensa que atacaba en la Eredivisie. Y el central que cerraba la defensa del PSV en Europa.

En la final el conjunto holandés ganó al Benfica y dejó claro que Holanda no siempre es sinónimo de fútbol de ataque y creatividad. Aquel PSV basó su éxito en Europa en una estructura defensiva poderosa y Koeman fue un pilar de aquella propuesta. 

Miembro de la Naranja Mecánica

También en la Holanda que ganó la Eurocopa del 88 fue protagonista. Aunque con una filosofía muy distinta a la del PSV. Aquella selección fue el mejor anuncio para el fútbol holandés.

Van Breukelen, Van Tiggelen, Ronald Koeman, Van Aerle, Rijkaard, Wouters, Vanenburg, Muhren, Edwin Koeman, Gullit, Van Basten. Estos once jugadores fueron los elegidos para derrotar a la Unión Soviética. Y vaya si lo lograron.

Van Basten fue el gran héroe de la final.  Antes, en semifinales, los ‘oranje’ dejaron por el camino a  Alemania remontando un gol de Matthäus. Aquello fue de todo menos un partidos amigable. Y Holanda, y una generación irrepetible de jugadores, se cobraron su propia venganza. 

Van Basten, Gullit y Rijkaard salieron en la foto del éxito. Pero Koeman fue una pieza clave de un equipo que representaba la cara amable del fútbol. Y que contrastaba con la propuesta del PSV. El éxito de la Naranja Mecánica dio otra dimensión a Koeman, escogido jugador del año en Holanda y considerado el mejor central del momento. 

Tras la borrachera de éxito de la Eurocopa, siguió una temporada más en el PSV, donde logró la liga i la Copa, pero no repitió en la Champions. Fue una temporada en la que perdió ante su hermano mayor, Erwin en la Supercopa de Europa. Ese verano llegaría la llamada de Johan. Una llamada que lo cambiaría todo