Koeman, con la 'fórmula Turín' para tomar el Wanda

Así ha sido el entrenamiento del FC Barcelona antes de visitar el Metropolitano

Así ha sido el entrenamiento del FC Barcelona antes de visitar el Metropolitano / FC Barcelona

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Aquella máxima que no se cansaba de repetir Don Luis Aragonés y que hemos escuchado hasta en la sopa, lo de “ganar, ganar y ganar y volver a ganar”, debe aplicárselo sin duda el FC Barcelona esta noche en el Wanda Metropolitano. A seis puntos de su rival, el equipo de Ronald Koeman se desplaza a la capital con el propósito principal y único de volver con tres puntos en el equipaje del vuelo chárter AEA938 que devolverá a la expedición a la ciudad condal en la madrugada del domingo.

Para esa difícil empresa y ante un Atlético en estado de gracia, el técnico neerlandés repetirá la fórmula que tan buen resultado dio en el Juventus Stadium de TurínLa mayor exhibición hasta ahora de este nuevo Barça. Un ataque con Dembélé, Griezmann, Pedri y Messi por detrás del punta con libertad. 

LA HORA DE PJANIC

Aquel fue el primer gran partido de Miralem Pjanic como titular. El bosnio tuvo una actuación destacada al lado de De Jong y en el Wanda ambos repetirán en la sala de máquinas. Con Busquets lesionado, el centrocampista balcánico tiene una oportunidad de oro para disputar por primera vez varios encuentros de forma consecutiva. Necesita dar un paso al frente el ex de la Juve y demostrar a Koeman que sí, que está listo para recibir galones desde ya.

En la línea defensiva, Sergi Roberto parte en principio con ventaja respecto a Dest, mientras que Piqué por Ronald Araujo sería la única variante en la alineación de aquella noche mágica en la capital del Piamonte. Bueno, también la entrada de Ter Stegen por Neto, obviamente. El germano ya es de nuevo amo y señor de la portería tras recuperarse de la lesión de rodilla. 

En definitiva, no le queda otra a Ronald que salir con todo y a apretar a un cuadro colchonero que está viviendo una metamorfosis en su juego y estilo este curso. Ya no es tan seguro en defensa (Oblak está encajando más que nunca), pero en ataque tiene otro aire, más alegría, lejos de esa versión rancia que solía ofrecer. Duelo de altos vuelos, para disfrutarlo y sufrirlo...