Koeman: "Ahora entrenar al Barça no entra en mis planes"

En esta segunda entrada de la entrevista exclusiva con Ronald Koeman hablamos de su cláusula de rescisión de contrato con Holanda que le permitiría fichar por el Barça y de cómo está viviendo el confinamiento por el coronavirus.

Pregunta obligada. ¿Cómo lleva el confinamiento en Holanda? 

Aquí podemos salir a la calle a comprar y también para hacer deporte. Las tiendas están abiertas y los niños van a volver esta semana al colegio. Además, hemos tenido la suerte de que está haciendo un tiempo increíble, con más de 20 grados de temperatura.

¿Puede hacer deporte? 

Mucho. Me he comprado una bicicleta de carretera y hago unos 60 kilómetros diarios con un amigo. Es algo que no había hecho nunca y estoy disfrutando mucho. ¡Y me ayuda a adelgazar, he perdido casi diez kilos!

Eso está muy bien. ¿Echa algo de menos?

Creo que, como todo el mundo, poder estar cerca de tus amigos y seres queridos, poder darles un abrazo y compartir cosas. Aún y así podemos ver a nuestros hijos y nietos.

¿Se imaginaba ser abuelo?

Tenemos a Xavi, de un año, que es el hijo de Tim, y a Luna, de mi hija Debbie, que cumplirá el añito el 20 de junio. No tengo palabras para definir lo feliz que soy siendo abuelo. Es una de las mejores cosas que me han pasado en mi vida. Tanto Bartina como yo disfrutamos mucho de ellos. Yo quizá más, porque como jugador y entrenador no pude estar con mis hijos todo el tiempo que me hubiera gustado.

Y ahora se ‘aprovecha’...

¡Exacto!

Cambio de tercio. Como sabe, el fútbol holandés ha sido noticia por la cancelación de su Liga.

Sí, ha creado bastante controversia y ha generado mucho ruido, pero la Federación ha tomado la decisión obligada por la medida del presidente del gobierno, que ha prohibido hasta septiembre conciertos, obras de teatro, cine, es decir, cualquier actividad multitudinaria.

¿Le parece justo que la Liga quede desierta y no haya descensos ni ascensos?

Ante una circunstancia tan excepcional, contentar a todo el mundo es imposible. Los más perjudicados son los dos equipos de Segunda División que tenían una gran ventaja para subir de forma directa a Primera División, el Cambuur y el De Graafschap.

¿Es, o era, partidario de jugar sin público?

Es el mal mejor y parece ser que es lo que se va a hacer en Inglaterra, España, Italia... y  Champions League. Es una pena jugar sin público, porque el fútbol lo necesita. 

¿Le ha alterado sus planes que la Eurocopa se aplace hasta la próxima temporada?

Ha sido una lástima, porque habíamos llegado muy bien a la fase final y porque teníamos los tres primeros partidos en Amsterdam. Particularmente me preocupa mucho cómo va a quedar la próxima temporada. Nadie sabe como va a ser el calendario, pero mucho me temo que habrá partidos cada tres días, porque todas las compeiciones han de acabar antes de finales de mayo. Y eso será malo para la calidad del juego y para la integridad física de los futbolistas.

Si la Europa se hubiera jugado este año, usted podría haber rescindido su contrato después...

Me hubiera gustado que esa cláusula no se conociera, pero salió a la luz pública sin mi consentimiento... y ahora no voy a negarla.

Decía que usted, después de la Eurocopa 2020, podía rescindir su contrato con Holanda... solo si era para fichar por el Barça.

Así es.

Poner esta cláusula demuestra lo culé que es usted...

Cuando empecé la carrera de entrenador siempre dije que tenía dos sueños: uno, ser seleccionador de mi país. Y otro, entrenar un día al Barça.

¿Y ahora no es el momento? 

No. Mi compromiso con Holanda sigue siendo el mismo. Estaré en la selección, como mínimo, hasta después de la Eurocopa del 2021.

Lo suyo con el Barça parece un sueño imposible...

El Barça ya tiene a su entrenador y, por cierto, lo está haciendo muy bien. Por mi parte, solo puedo decir que el tiempo dirá. Una de las cosas que nos ha enseñado esta crisis del coronavirus es que todo puede cambiar de un día para otro. A ver qué nos depara el futuro. 

Vivirá entre Barcelona y Amsterdam

Tarde o temprano, e indiferentemente de lo ocurra con su carrera como entrenador, y tanto si un día acaba entrenando al Barça como si no, Ronald Koeman y su esposa Bartina tienen muy claro que terminarán viviendo a caballo entre su casa actual de Amsterdam y Barcelona. Koeman adquirió hace unos meses un piso en la zona de Pedralbes después de haber vendido la casa de vacaciones que había adquirido en el Algarve portugués. Todo con la intención, cuando se jubile del mundo del fútbol, de pasar al menos seis meses al año en la Ciudad Condal. Será, por lo tanto, un barcelonés más.