¿Kiev, punto de inflexión?

La sufrida victoria en Ucrania supone oxígeno para el Barça en lo anímico, deportivo y hasta económico

Pese a la inestable situación del club y la plaga de bajas, los azulgranas tienen en su mano el acceso a octavos

Dinamo Kiev - FC Barcelona | Ansu salvó al Barça para soñar con los octavos de Champions League

El delantero del FC Barcelona rompió el empate a 20 minutos del final y acerca al club blaugrana a la fase final de la Liga de Campeones / TELEFÓNICA

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

No, no fue un partido brillante. Pero el del Barça en Kiev puede ser un encuentro con intenso regusto a medicina. Igual que en 2004 el Barça de Rjikaard resucitó en el Sánchez Pizjuán con un 0-1 que sirvió para despegar, el triunfo de este martes en Ucrania tiene muchos componentes para convertirse en un punto de inflexión en la difícil temporada del conjunto azulgrana.

Las numerosas bajas, el ruido en torno a Xavi y la situación límite en la clasificación tiñen de épica la victoria de los de Sergi Barjuan. Ahora, solo un poco de perspectiva dirá si el ejercicio de supervivencia en Kiev era, en realidad, el inicio de algo.

El juego de los azulgranas no fue ni de lejos todo lo consistente que debe ser, algo tan evidente como comprensible teniendo en cuenta que el técnico de Les Franqueses apenas ha tenido un par de entrenamientos de calidad -sin contar las sesiones pre o post partido-. El equipo salió muy enchufado pero poco a poco perdió fuelle, algo que se repitió tras el 0-1 de Ansu. El Dinamo generó peligro en el tramo final y ahí apareció un criticado Ter Stegen para salvar los muebles.

LA PRINCIPAL MEJORA: EL ESTADO DE ÁNIMO

A pesar de que en tan poco tiempo es imposible eliminar los vicios del pasado, sí se pudieron ver interesantes mejoras con y sin balón. Pero no vamos a detenernos ahí porque la evolución en la pizarra es una cuestión secundaria teniendo en cuenta el delicado estado anímico de la plantilla y del barcelonismo.

En Kiev sí se vio un equipo compitiendo junto, siguiendo un mismo plan de partido y con ilusión por sacar los tres puntos por lo civil o lo criminal. Con mayor o menor acierto, pero se vio a un Barça con deseo y carácter. Lo demuestra, por ejemplo, los efusivos abrazos que repartió Ansu en el centro del campo tras el pitido final. "Queremos enchufarlos a todos", decía Sergi en su presentación. La sensación es que como mínimo este objetivo ya se ha alcanzado.

A POR UN TRIUNFO EN VIGO PARA CONFIRMAR LA REACCIÓN

Se salvó el 'match-ball' y, ahora, el duelo ante el Celta se afronta con algo más de tranquilidad. El envite de Balaídos será el último de Barjuan al frente del equipo antes de que Xavi Hernández asuma el mando. Tras el partido en Vigo llega un parón de selecciones que servirá para recuperar y mejorar el estado físico de varios jugadores tocados (Araujo, Piqué, Dest, Pedri, Sergi Roberto, Dembélé, Ansu, Frenkie de Jong...). Si el Barça es capaz de seguir mejorando contra el Celta y, sobre todo, de lograr los tres puntos, el club entrará en un estado de optimismo muy necesario para recuperar la calma.

XAVI, DOS SEMANAS PARA EMPEZAR LA RECONSTRUCCIÓN

El equipo no volverá a competir hasta el 20 de noviembre en el derbi ante el Espanyol, en el que será el debut de Xavi. Estas dos semanas servirán para que el egarense empiece a transmitir sus ideas -a pesar del éxodo de los internacionales-. Hacerlo sabiendo que el equipo depende de sí mismo en Champions da tranquilidad; hacerlo tras una segunda victoria seguida en Balaídos supondría para el Barça salir de la UCI.