La junta directiva del Barça congela el nuevo escudo

El nuevo escudo no llegó a votarse en asamblea

El nuevo escudo no llegó a votarse en asamblea / V. Enrich

Lo que parecía un trámite se convirtió en un dolor de cabeza para el presidente Bartomeu y su junta directiva: la asamblea anual de socios compromisarios del Barça, habitualmente un bálsamo para la junta, acabó siendo un mal trago para los directivos por culpa de un asunto que, en condiciones normales se hubiese aprobado sin mayores problemas, la reforma del escudo del club

Pero la modificación del escudo, presentada con honores por el club, ya nació con mal pie: a los socios no les gustó que se eliminasen las letras FCB del emblema del club. “Es como una amputación”, lamentó un compromisario durante la asamblea.

Cuando se dio cuenta de que los compromisarios estaban en contra del cambio, Bartomeu decidió dar marcha atrás y retirar del orden del día la votación. Varios socios reaccionaron con indignación y  rápidamente se extendió el rumor de que era posible impugnar la asamblea, un punto rápidamente desmentido por el club, ya que es potestad de la junta alterar el orden del día si así lo cree necesario.

una reflexión ‘sine die’

Bartomeu pidió un periodo de reflexión sobre el escudo, recogiendo la petición de algunos compromisarios (no todos los que hablaron) y dejando abierta la puerta a un posible referéndum para votar los cambios del escudo

Pero por el momento, el club aparcará el asunto del emblema: inevitablemente, será tratado en la próxima reunión de la junta directiva, pero parece casi imposible que el club ponga en marcha un referéndum para preguntar a sus socios sobre un asunto que en realidad no afecta al funcionamiento del club. No es habitual que el Barça lleve a cabo una votación de este tipo: la última se llevó a cabo en abril de 2014 para perguntar a los socios sobre el Espai Barça. 

más dudas que certezas

Más allá del periodo de reflexión propuesto por Bartomeu, el asunto del escudo plantea ahora una serie de dudas: ¿qué ocurrirá con el nuevo modelo? ¿se rescatará más adelante tal y como se había presentado o por el contrario, se guardará en un cajón para descartarlo de manera definitiva? ¿y qué pasará con Summa Branding, la empresa que lo diseñó? Otra de las dudas que  quedó sin resolver en la junta es cuánto costó el rediseño del emblema.

el problema de los créditos

El escudo, sin embargo, no fue el único obstáculo de una amarga junta directiva para Bartomeu y su equipo de trabajo: los socios rechazaron la modificación de los estatutos para que el club pudiera pedir créditos bancarios sin límite alguno, pensando en el Espai Barça, pero también en el pago de las nóminas mensuales.

El socio compromisario, habitualmente conservador, prefirió mantener los límites: el Barça no podrá pedir préstamos o créditos bancarios que superen el 10 por ciento de su presupuesto. Por ejemplo, durante esta temporada no podrá hacerlo por más de 96 millones de euros (el presupuesto es de 960 millones). 

En términos de relevancia, se trataba de un asunto mucho más importante para el futuro del club y que supuso un varapalo para Bartomeu y sus directivos. Ahora, la junta deberá buscar nuevas fórmulas sin endeudarse con los bancos tanto como había previsto.