Junior Firpo levanta la voz

Entrar con mal pie en el Barça puede acabar con la carrera de cualquier futbolista. Para vestir la camiseta blaugrana no es solo necesario el talento, sino que es imprescindible exhibir una personalidad a prueba de bombas y una mentalidad poderosa. Eso es precisamente lo que está mostrando Junior Firpo desde que la lesión de Jordi Alba le convirtió en titular.

El error que cometió ante el Granada con el que los andaluces empezaron a ganar el partido es de los que marca. Ante una experiencia así, Junior pudo bajar la cabeza o levantarla y alzar la mano. Optó por la segunda opción. Jugó un buen encuentro ante el Villarreal y ayer mantuvo el mismo tono en Getafe. Cierto es que la primera mitad, como el resto del equipo, no fue para tirar cohetes, pero el lateral zurdo mejoró con el paso de los minutos ganando confianza y sumándose, además, al ataque.

Su insistencia obtuvo premio porque Junior acabó siendo el más listo de la clase adelantándose a Damián en un rechace de Soria tras un disparo de Carles Pérez. Marcó sin despeinarse y lo celebró con el mismo gesto con el que celebraba sus goles Kiko Narváez. Fue su manera de reivindicarse, de gritar que no está dispuesto a dejar pasar el barco del Barça. Es pronto para predecir su futuro en el Camp Nou, pero no lo es para asegurar que Junior luchará para acabar triunfando.