Juicio a Griezmann

Griezmann vuelve al Camp Nou por primera vez tras 'La Decisión'

El delantero regresa al Camp Nou por primera vez tras 'La Decisión' y con el objetivo de recortar puntos al Barça / Laia Cervello

Toni Frieros

Toni Frieros

"Lo que podía haber sido y no fue”. “Un sueño imposible”, “Poder y no querer”... Póngale ustedes a esta película el título que más les plazca, pero si hay una palabra que define la presencia de Antoine Griezmann este sábado en el Camp Nou con la camiseta del Atlético de Madrid es “morbo”.

Será el “valor añadido” de un partido muy importante y decisivo tanto para el Barça como para el Atlético de Madrid. Un duelo en la cumbre que solo tendrá dos salidas posible: o decide la Liga (si gana o empate el equipo de Valverde) o permite que haya emoción hasta el final (si triunfa el cuadro colchonero). 

Por lo tanto, es verdad que este Barça-Atlético está muy por encima del show mediático que protagonizó Antoine Griezmann el pasado verano, con la inestimable participación de Gerard Piqué, el defensa del Barça.

Será, por lo tanto, una buena ocasión para medir la temperatura de la reacción que tendrá la afición del FC.Barcelona hacia un jugador que durante muchos meses estuvo dudando sobre si aceptaba o no la oferta azulgrana. ¿Será silbado cuando toque el balón o se le tratará con indiferencia?

Un show mediático

Es muy probable que veamos más lo segundo que lo primero, porque a la hora de la verdad, poco a nada importa que Griezmann, o cualquier otro futbolista, se llame como se llame, tomara la decisión que tomó.

Lo que sucede es que ese ‘morbo’ al que antes hacíamos referencia, es consecuencia directa del comportamiento que tuvieros los actores de aquella película.

Quisieron innovar, ser diferentes, saltarse a la torera las normas de los clubs afectados y convertir un posible fichaje en un ‘show’ televisivo y mediático.

Griezmann estaba en su derecho de hacer y decir lo que más le conveniera, pero también lo están las aficiones que representan a Barça y Atlético de Madrid. Antoine tendrá muchas virtudes, pero la discreción, desde luego, no es una de ellas.

Fue capaz de tener en vilo a dos clubs, a dos presidentes, a dos aficiones... y las agallas, por no decir otra cosa, de poner fin a ese sainete en plena concentración mundialista, a las puertas de Rusia 18. Se lo permitieron absolutamente todo.

Rechazo

Después de la dolorosa eliminación de la Champions League a manos de la Juventus, volvió a surgir con fuerza el rumor de que el entorno del jugador había escampado su deseo de salir del Atlético para ir a un equipo ganador (los rojiblanco pueden quedarse en blanco otra temporada). Y es ahí donde los aficionados del Barça si que están de acuerdo: NO quieren ver a Griezmann vestido de azulgrana.

Tuvo una oportunidad y la despreció, jugando al gato y al ratón con unos y otros hasta que logró su objetivo: que el Atlético tirara la casa por la ventaja y le convirtiera en el segundo jugador mejor pagado de la Liga, solo por detrás de Messi.

Al final, el dinero. Si hubiera elegido un proyecto deportivo en primer lugar, seguramente este sábado estaría vistiendo la camiseta azulgrana.