Jugar en Turín, clave para la moral de Griezmann

La celebración de Griezmann desde la grada del gol de Dembélé

La celebración de Griezmann desde la grada del gol de Dembélé / MEDIAPRO

Jordi Delgado

Jordi Delgado

Jugadores de la calidad de Antoine Griezmann necesitan minutos y protagonismo, cuanto más mejor, para tener la confianza necesaria para explotar. Griezmann los tuvo en la pasada temporada y no respondió acorde a las expectativas.

Sus actuaciones, en decadencia desde su fichaje, han catapultado a dejarle sentado en la banda en los últimos partidos. El más importante, el clásico.

Dejarle tantos partidos en el banquillo, y teniendo en cuenta que uno de los jugadores que ocupan la posición en la que se encuentra más cómodo se ha lesionado, puede ser perjudicial y problemático para un jugador de la altura de Griezmann.

Koeman entiende la psicología del jugador y sabe qué es lo mejor para ellos. Él también fue una estrella mundial. El neerlandés sabe que darle protagonismo en un partido importante como el del martes puede ser el punto de inflexión para sacar lo mejor de Griezmann a partir de ahora.

Con margen de maniobra con los jóvenes, Koeman necesita encontrar y apretar el botón que encienda al delantero francés. El Barça, con carencias de cara a gol, necesita al Griezmann que fichó y un partido bueno puede ser el que lo desencadene todo. En el Barça hay esperanza en este partido de Champions, ante un rival de tal prestigio, y con duelos tan señalados y esperados. Turín es el momento de Griezmann.