Jordi Puntí: "Messi ya es un personaje de ficción"

El escritor Jordi Puntí ahonda en la figura de Messi

El escritor Jordi Puntí ahonda en la figura de Messi

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Jordi Puntí nació en Manlleu (1967) y es conocido por sus recopilaciones de cuentos y novelas como Maletas perdidas (Salamandra). Ahora se sumerge en el universo del 10 con Todo Messi (Anagrama).

Has escrito un libro sobre Messi, pero no has tenido la oportunidad de hablar con él; si hubieras podido, ¿qué le habrías preguntado?

¡Uy! Intentaría preguntarle cosas que no tengan nada que ver con el fútbol. Siempre es muy especial tratar de entender cómo funciona la mente de la gente que es extraordinaria. Eso me intriga mucho, saber de qué está hecho el mundo interior de un artista. En el juego de Messi, por ejemplo, vemos una negociación constante entre la intuición y la experiencia. A la gente lo que le interesa saber, sobre todo, es si lo has conocido. Porque es como tocar un héroe. Es así. Y en cambio, para mí, es más importante esa parte oculta que tiene que ver con la creación. 

¿Que Messi sea un gran misterio hace que proyectemos nuestro propio mundo cuando escribimos de él? 

Por descontado. Hay una parte de este libro que tiene mucho que ver con mi historia personal como seguidor futbolero y como seguidor del personaje. Por eso, a medida que quieres saber más cosas de él, terminas sabiendo más cosas de ti mismo. Pero él continua siendo un misterio porque hay muchas cosas que son inexplicables. De hecho, te diría que a veces ya es un personaje de ficción. Esperamos tanto de él que lo interpretamos como un personaje de ficción. Algo así como un superhéroe.

¿De todas las definiciones sobre Messi hay alguna que te haya llamado particularmente la atención?

[Se lo piensa]. Bueno, hay muchas. Me gusta mucho la de Mascherano, que dice: ‘me gustaría ser cinco segundos Messi para ver lo que piensa’. Que es este misterio del que hablábamos. Cinco segundos no sé si dan para mucho, pero eso te lo dice alguien que lo ve cada día. Que está con él en la selección. Y que son amigos. Por eso me parece extraordinario lo que dice. Después muchas definiciones sobre Messi funcionan porque son ingeniosas o divertidas. 

Por ejemplo: Messi es el mejor jugador y el segundo mejor jugador es Messi lesionado...

Exacto. O lo que dice Segurola: ‘Maradona era Maradona a veces. Y Messi es Maradona siempre’.

Valdano se pregunta en uno de sus libros si Messi es una persona imperturbable o si esconde un actor con un mundo interior en ebullición…

[Sonríe y se toma su tiempo en contestar]. Yo creo que no puede ser una sola cosa, tiene que ser las dos a la vez. El aspecto externo es imperturbable, pero internamente hay un carácter en ebullición constante. Y que tiene que ver en cómo él ve el fútbol. Nos da a entender que tiene una mirada sobre el juego por cómo se mueve. Por cómo busca los espacios. Por cómo busca siempre incidir sobre el partido por momentos y sitios que no te esperas. Todo eso marca mucho el personaje. Es ebullición y a la vez es quietud.  

Uno de los artículos más comentados sobre Messi es aquel de Casciari que lo definía como un perro, porque decía que en el campo era puro instinto… 

A ver, yo tengo problemas con el texto de Casciari. Porque, por una parte, le reconozco todo el mérito, literariamente funciona muy bien, pero no estoy seguro que sea la mejor definición sobre Messi. Creo que Messi no es pura intuición. Creo que hay algo más. Después, hay otra cosa, que es que hace mucho tiempo que vemos jugar a Messi y hay mucha gente que ha hablado sobre él y que lo ha definido en un momento determinado. Pero no es el mismo Messi de ahora el de hace diez años. Pienso que su actitud tímida ha cambiado mucho. Creo que hoy en día es una persona que lo puedes ver más… trato de encontrar el adjetivo.

¿Más argentino?

Igual sí. Pero no iba por ahí.

Lo digo por celebraciones como el día de la remontada contra el PSG, es un Messi más intenso, más extremo...

Sí, tienes razón en esto. Lo comparto. Pero el adjetivo que me viene a la cabeza, sobre todo es que lo veo más maduro. Más calculador. Y por tanto, sabe mejor qué tiene que hacer en cada momento y sabe mejor negociar todo lo que queda fuera del juego. La relación con los árbitros, la relación con el público, la forma de celebrar los goles... la manera de entender también su papel de estrella. Es un personaje más maduro y hay que valorarlo de manera distinta. 

Hablando de su argentinidad, recuerdo escucharle a alguien decir que Messi sigue viviendo en Rosario y que visita Barcelona una vez a la semana cuando pisa el Camp Nou...

[Sonríe]. Sí esto nos lo cuentan la gente de ahí, los que le conocen. Yo tengo una amiga de Rosario que lo reconoce absolutamente rosarino cuando lo oye hablar. Que ve que no ha perdido esta esencia. Que no es solo una esencia de la lengua, tiene que ver con la manera de ser. Es decir, si eres de Rosario no eres de Buenos Aires. Es muy distinto. 

Uno de los cambios más llamativos de Messi en los últimos años son sus tatuajes; ¿qué crees que explican de él? 

Muchas cosas. Lo primero, que  ha entendido es que en el mundo del ‘show business’ el cuerpo es un lugar de expresión, que esto es una cosa que empezó con Beckham. Envías mensajes a través de tu cuerpo. Cuando alguien duda de si Messi acabará su carrera en el Barça que le mire el brazo.  Hablamos de alguien que se ha hecho tatuar para toda la vida la Sagrada Familia. Hay esta convivencia entre su Barcelona adoptiva y Rosario. Por eso cuando te dicen aquello de, ‘es que a lo mejor se irá al City’, veo estas cosas y pienso que se quedará aquí. 

Otra de las grandes incógnitas que acompañan a Messi es qué hará cuando cuelgue las botas... ¿Cómo te lo imaginas?

¿Qué puede ser Messi? Es que cualquier cosa. Si hace de entrenador, viendo lo que ha logrado como futbolista, solo tendría cosas que perder. Y, luego,  por carácter y talante tampoco acabo de ver que pueda ser un buen gestor de vestuario. Pienso más en alguien como Xavi, que parece llevarlo escrito en la frente. Messi tiene contratos de por vida con marcas como Adidas por ejemplo. Lo veo más como una figura como Pelé y Jordan, que están ahí. Un recordatorio de que el fútbol puede ser algo grande y extraordinario.

Otra figura que aparece mucho en tu libro es Cristiano, ¿crees que se parece a Messi más de lo que se dice?

Mi teoría es que Messi, si no existiera Cristiano, seguiría siendo Messi. Y que Cristiano es quien es gracias a Messi. Es decir, sin Messi, Cristiano seguramente sería el mejor jugador del mundo, pero no habría llegado a conseguir lo que ha conseguido. Porque es, esa parte tan competitiva, la que hace que quiera ser tan bueno. Cristiano es el selfie y Messi es la foto del equipo.