Injusta derrota en el descuento de un Barça superior

Javier Rodríguez Marzo

Javier Rodríguez Marzo

El Barça volverá de la gira americana sin haber ganado ninguno de sus tres partidos después de cosechar una inmerecida derrota ante el Milan en el último encuentro disputado en el Levi's Stadium de Santa Clara.

Un gol de André Silva en el descuento culminando un rápido contragolpe sentenció un partido que los de Valverde dominaron de principio a fin con destacadas actuaciones de los mediocampistas Rafinha, ArthurSergi Roberto y el canterano Riqui Puig, así como también de Malcom, que estrelló un balón en el poste, y Lenglet

De entrada, Valverde no sorprendió. Ni con el equipo ni con la táctica. El once lo compusieron diez jugadores del primer equipo más un Miranda que gana enteros como el elegido para ser el suplente de Jordi Alba en el lateral izquierdo.

Cillessen, Semedo, Marlon, Lenglet, Miranda, Rafinha, Sergi Roberto, Arthur, Alcacer, Munir y Malcom formaron de nuevo el 4-3-3 escogido por el técnico en los tres partidos de pretemporada y la apuesta, que podría prolongarse en la final de la Supercopa, volvió a funcionar a las mil maravillas en en tramo inicial del partido.

Ni un minuto había transcurrido cuando Munir tuvo la primera ocasión tras asistencia de un Rafinha de dulce en esta pretemporada. Malcom y el propio Munir crearon peligro después y un Barça que se gustaba cogía las riendas ante un Milan agazapado y temeroso que, a los diez minutos, aprovechó un desajuste defensivo blaugrana para crear peligro. Borini, libre para disparar dentro del área, tiró al cuerpo de un Marlon atento que salvó la ocasión in extremis.

La tónica no cambió y el Barça siguió dominando con Rafinha y Arthur repartiendo caramelos a sus compañeros, pero sin fortuna en la ejecución. Faltaba profundidad, de ahí que en el minuto 35 Arthur se atreviera a probar fortuna desde fuera del área, obligando a Donnarumma a una buena intervención para mantener su meta a cero.

El asedio aumentó en el minuto 40 cuando Miranda, muy profundo en ataque, centró sobre Munir y su dejada la estrelló Malcom en el poste izquierdo rival. Treinta segundos después, un dispraro de Munir lamió el mismo poste, pero el marcador no se movió antes del descanso.

Los detalles de Arthur y Riqui

Tras la reanudación, Valverde movió el banquillo, dando a Ter Stegen los primeros minutos de la pretemporada. Riqui Puig entró por Álcacer y eso hizo adelantar a Rafinha a la posición de extremo derecho mientras que el canterano formaba un centro del campo muy tocador junto a Sergi Roberto y Arthur.

En los primeros compases de esta segunda mitad parecía que el Barça quería sentenciar y Malcom (55') obligó a Donnarumma con un potente zurdazo que el meta despejó como pudo. Dos minutos después, también desde fuera del área, Riqui Puig lanzó un disparo ajustado que salió fuera por poco y a partir de ahí el partido entró en una fase plana y se endureció.

Dos jugadores del Milan (Kessie y Mauri) cazaron consecutivamente a un escurridizo Riqui Puig y vieron la amarilla mientras se formaron un par de tanganas en las que los blaugrana defendieron al canterano con la misma actitud que si se tratase de un hermano pequeño.

En el 75 se reclamó un penalty a Munir, pero aunque hubo contacto, habría sido muy riguroso pitarlo. El marcador no se movía y el juego seguía siendo anodino. Solo los mágicos detallas de Arthur, sacando el balón desde la defensa con una serenidad y visión propias de un veterano, y un Riqui  Puig absolutamente mágico en una apertura maravillosa al interior del área que Semedo no pudo culminar en un pase de la muerte como se merecía el servicio de su compañero. Casi como arrepentido por su error, en el 89 Semedo le devolvió a Riqui un centro medido que el canterano disapró mordido y acabó fuera por muy poco...

Finalmente, Valverde no movió más el banquillo como hizo ante la Roma, pero pese a ello no pudo evitarse un nuevo desajuste en defensa. Ya en el tiempo de descuento, un rápido contragolpe acabó con un regate seco de Kesie al borde del área que le permitió habilitar a André Silva que batió a Ter Stegen junto a su palo derecho. Un jarro de agua fría que no encajó bien el portero ni el resto del equipo, que no mereció perder.

Salvo el tramo final ante la Roma, lleno de errores, el balance del juego debe ser positivo pese a lo que dicen los marcadores. La segunda unidad, los nuevos y los canteranos sacaron una buena nota en este gira.