Griezmann: un mar de dudas en el Camp Nou

"Me molesta no tenerlo claro. No sé lo que necesito". Hace unos meses Antoine Griezmann se encontraba ante un momento clave de su vida. Él lo sabía y era un mar de dudas.

La oferta del Barça parecía llegar en el momento perfecto para dar el salto definitivo en su carrera. Pero el Atlético le ofrecía seguir en la zona de confort en las mejores condiciones. Licencias de estrella en el campo y ficha top. 

Al final explicó el desenlace con un documental en el que justificaba su decisión sobre todo por una cuestión de feeling. Sentía que tenía un compromiso con el Atlético. Con Simeone. Con sus compañeros. Y con la afición. "Quiero demostrar a todo el mundo que no me he equivocado y que confío en este club y estos compañeros", avisó entonces.

Han pasado diez meses y el Atlético está fuera de la Champions que se decidirá en el Wanda, eliminado de la Copa y casi descartado para la Liga.

Un escenario que habría afectado al francés, que estaría dispuesto a replantearse su futuro. El eterno coqueteo con el Barça no preocupa, de momento, a Cerezo. "Griezmann se queda en el Atlético al 2.000 por mil. Haría buena pareja con Messi, pero de rojiblanco".

En este escenario se plantó Griezmann en el Camp Nou. Un partido en el que se sabía observado. Le esperaba el escrutinio del Camp Nou, que no tardó en dedicarle los primeros pitos. Los primeros cuando se anunció su nombre por megafonía.

El sonido ambiente se repitió cuando tocó su primer balón, algo que tardó más de lo previsto en ocurrió. Griezmann recibió el balón a los seis minutos. Y apenas hubo noticias suyas durante todo el partido.

El francés jugó con libertad, en esa posición de enganche, donde tan bien interpreta el contragolpe. Pero ni siquiera cuando el Atlético jugó con once pudo ser protagonista.

No se le da bien al francés el Camp Nou, donde no sabe ni lo que es marcar. Ni salir con los tres puntos. Ya con diez, el Atlético se aplicó en el repliegue y Griezmann no encontró su sitió en el partido.

Le costó al francés interpretar el encuentro, perdido en la indecisión. En tierra de nadie, sin saber si ir a buscar el balón o esperar arriba algún contragolpe. No fue su día, tampoco el del Atlético, que vio cmo el trabajo de todo el partido se venía abajo en la recta final del partido.

Suárez y Messi liquidaron al Atlético. Y Griezmann se marchó frustrado del Camp Nou. A 11 puntos del Barça y con el gesto torcido, quién sabe si dándole vueltas a su futuro.