La huella de Jordi Alba en Cornellà

Jordi Alba ha logrado su objetivo desde pequeño: triunfar en el Barça. Pero lo cierto es que cuando el futbolista de L'Hospitalet salió del conjunto azulgrana después de siete años en el fútbol base, su futuro deportivo era muy incierto. Cornellà lo acogió con los brazos abiertos y pasó dos temporadas estupendas, imborrables para un Jordi Alba que en la biografia de su web asegura: "Fueron dos años en los que adquirí mucha experiencia, conocí a gente maravillosa y donde aprendí muchísimo. Era como una gran familia y recuerdo esa etapa como una de las mejores". De ahí, pasó al Valencia para jugar en el juvenil A del conjunto che.

Inicios jugando más centrado

Los inicios de Alba en el Cornellà, allá por 2005, no fueron fáciles. Jordi tenía que pasar por el proceso de 'duelo' de haber tenido que dejar el Barça, lo que no fue sencillo después de tantos años y su sentimiento culé desde la cuna. Pero los 'verdes' tuvieron paciencia y mucho tacto para sacar lo mejor del futbolista. No jugó los primeros tres meses en un juvenil que tampoco andaba fino, pero llegó al equipo una figura clave en su transformación: Diego Morata. Fue espectacular el rendimiento que dio Jordi Alba, lo que le llevó incluso a debutar con el primer equipo en su última temporada y al interés del Valencia.

Jordi no era lateral, sino que jugaba en posiciones más adelantadas y centradas. Fue Unai Emery en el Valencia quien vio que podía dar el máximo rendimiento en el carril zurdo, aunque en Cornellà ya lo intuían.

Su participación, en el aire

El Valencia acabó pagando más de un millón de euros por el jugador y aunque solo fueron dos años, el vínculo quedó para siempre. Hasta el punto de que la sala del Nou Municipal de Cornellà donde suelen presentar a los fichajes lleva el nombre de Jordi Alba. Especialmente emotiva es su relación con 'Miguelito', el emblemático utillero del club, quien recordaba hace unos años con que "Jordi Alba es mi figura. Siempre que ve a algún directivo le dice: 'Dale recuerdos a Miguelito'. Y cada vez que viene, a abrazarme". El azulgrana siempre ha sido muy próximo a la UE Cornellà y sus trabajadores.

El futbolista volverá 'a casa' siempre y cuando le convoque Koeman, pues desde el clásico del Camp Nou, cuando regresó de una lesión, solo ha descansado en un partido y ha jugado veinte. Si lo hace, se reencontrará con el presidente del club 'verde', Álex Talavera, que era portero cuando Alba jugaba en el mítico campo de la Vía Férrea y pasaba una etapa clave para su formación futbolística. Sin el Cornellà, Jordi Alba posiblemente no hubiera llegado tan lejos.