La huelga aplazó una goleada del Barça al Sevilla

El Barça que goleó al Sevilla (4-0) en el partido aplazado por la huelga general del 14-D de 1988: Zubizarreta, Serna, Robert, Milla, Aloísio y Soler (de pie). Eusebio, Julio Salinas, Bakero, Lineker y Begiristain (agachados)

El Barça que goleó al Sevilla (4-0) en el partido aplazado por la huelga general del 14-D de 1988: Zubizarreta, Serna, Robert, Milla, Aloísio y Soler (de pie). Eusebio, Julio Salinas, Bakero, Lineker y Begiristain (agachados) / Antoni Campañà

David Salinas

David Salinas

El FC Barcelona-Sevilla de la temporada 1988-89, correspondiente a la 16ª jornada, no pudo celebrarse en la fecha que se había programado: miércoles 14 de diciembre de 1988.

Ese día no hubo fútbol en el Camp Nou ni en ningún otro estadio. Y no fue culpa de la meteorología ni de ninguna reivindicación de los profesionales del deporte del balón.

Una huelga general, convocada por los sindicatos CC.OO. y UGT, paralizó España y el partido se fijó posteriormente para el miércoles 11 de enero de 1989. El aplazamiento sentó bien al equipo de Johan Cruyff, que se deshizo del Sevilla de Xabier Azkargorta por 4-0 con goles de Julio SalinasBakeroLineker Begiristain.

Visto con perspectiva, no jugar fue bueno para el Barça. El equipo del “Flaco” había perdido el liderato en San Mamés el 10 de diciembre (3-2) y cuatro días después tenía que recibir al Sevilla, cuarto clasificado. Los andaluces, tras caer 2-4 en el Sánchez Pizjuán contra el Valladolid estaban obligados, como el Barça, a reaccionar en el Camp Nou.

Sin embargo, el partido no se celebró debido a una huelga general, siendo el detonante de la misma el “Plan de Empleo Juvenil” lanzado por el PSOE, que pretendía “proporcionar empleo temporal a 800.000 jóvenes de entre 16 y 25 años en un plazo de tres años” y fijando de salario el “mínimo interprofesional”.

La reacción de los sindicatos no se hizo esperar y el mismo día de aprobarse dicho plan, viernes 28 de octubre de 1988, hubo las primeras reacciones. Desde CC.OO. UGT se habló de un “sistema que favorece la explotación de los jóvenes” y de ir “contra los trabajadores y sindicatos”. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) se sumó a la huelga el lunes 5 de diciembre de 1988.

valverde lo vio desde el banquillo

El fútbol de Primera y de Segunda División no volvió a la actividad hasta el 1 de enero de 1989. El Barça lo hizo en el Vicente Calderón, ganando 1-3. En la siguiente jornada, la número 18, volvió a sumar los dos puntos, ahora en el Camp Nou y contra el Cádiz (3-0).

Y llegó el día de recuperar el partido aplazado por la huelga general, el 11 de enero de 1989. El Barça ganó el Sevilla por un contundente 4-0 en un partido marcado por la velocidad del equipo de Cruyff.

El primer tiempo finalizó 2-0 gracias a los goles de Julio Salinas y Bakero. En el segundo anotaron Lineker, en el primer minuto, y Begiristain, en el último. El hoy entrenador del FC Barcelona, Ernesto Valverde, vio la goleada en el banquillo (con el dorsal 16 en la camiseta) junto a Alexanco y Unzué.

El equipo azulgrana formó con Zubizarreta; Serna, Aloíso, Soler; Milla; Eusebio, Bakero, Robert; Julio Salinas, Lineker y Begiristain. En la segunda mitad entraron Amor por Bakero (m. 72) y Carrasco por Milla (m. 79).

El delantero “Lobo” Carrasco fue uno de los componentes del comité de huelga de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) junto a caras tan conocidas por aquel entonces como los jugadores del Real Madrid Emilio Butragueño y Míchel, o el entrenador del Espanyol Javier Clemente.

El Sevilla, dirigido por Xabier Azkargorta, alineó a Dassaev; Nando, Martagón, Salguero, Jiménez; Zúñiga, Francisco, Rafa Paz, De la Fuente; Polster y Ramón. Tras el descanso entró el uruguayo Bengoechea por Zúñiga y en el minuto 62 Cholo por el austríaco Polster.

El duelo de guardametas se lo llevó con notoriedad Zubizarreta, el capitán del Barça, que jugó su partido 100 en Liga como azulgrana. El soviético Dassaev, pese a ser considerado uno de los mejores del mundo en su demarcación, nada pudo hacer para frenar al vendaval local y encajó un póker de goles.

“jugamos casi perfectos”

Cruyff admitió al final del partido que “hemos jugado casi perfectos. Nos estamos acercando a nuestro máximo nivel de juego y el público ha disfrutado. Lo siento por los que no han venido y se han quedado en casa”.

Azkargorta, por su parte, no tuvo más remedio que admitir que “nos han barrido”. Agregó que “han realizado un fútbol fácil y nos han superado en todo momento. Después de encajar el segundo gol al inicio del segundo tiempo no supimos reaccionar”.

La temporada siguiente el Sevilla se tomó la revancha y endosó cuatro goles al FC Barcelona (3-4) en un partido que entró en la historia por el nefasto arbitraje de Francisco Ramón Brito Arceo, que vio un penalti fuera del área.

Sucedió el 30 de diciembre de 1989. El Barça ganaba 3-1 en el minuto 77 pero el juez tinerfeño se inventó un penalti de Serna a Polster fuera del área que el delantero convirtió en el 3-2.

Una decisión que “resucitó” a Guruceta, que también se sacó un penalti de la chistera en 1971 en un Barça-Madrid de Copa. El equipo de Johan se descentró y en los últimos minutos recibió otros dos goles, obra de Carvajal y Conte. El trío arbitral abandonó el campo por piernas y lluvia de almohadillas y monedas (pesetas) y Cruyff habló de “robo”, Casaus de “atraco” y Núñez no creyó ver lo que vio...