Hoy toca ganar la Liga y el octavo doblete

El Barça puede completar esta noche en Riazor en el partido contra el Depor (20,45 horas) su semana grande en la temporada 2017/18 certificando ante el conjunto gallego el octavo doblete de su historia.

La mejor manera de redondear la 'semana grande' de Don Andrés Iniesta sería certificar un título de récord tras conquistar la Copa del Rey. El broche de oro a una excelente temporada en la que el equipo de Ernesto Valverde solo ha tenido una mala noche, pero en el peor día y a un precio muy caro...

Liga casi perfecta

No tiene sentido volver a ese partido de Roma, menos todavía en la jornada en la que la ‘gent blaugrana’ puede saborear la recompensa a una Liga casi perfecta. El ‘Txingurri’ ha construido su propio Barça a partir de las cenizas del equipo de la ‘era Luis Enrique’. 

Nadie duda que el técnico blaugrana se va a encontrar el listón muy alto en el próximo curso, pero sería injusto no valorar el excelente rendimiento de un equipo que ha llegado a estas alturas de campeonato invicto tras apoderarse de un registro legendario, hasta ahora en poder de la Real Sociedad desde la temporada 1979-80.

Una década prodigiosa

Valverde parece un entrenador un tanto supersticioso, al que no le gusta hablar por adelantado de títulos o de récords. Pese a todo, la tozuda realidad se impone: El Barça saldrá a jugar al estadio de Riazor a un punto de sumar vigésimoquinto título de Liga y, de paso, el octavo doblete a lo largo de su historia, el cuarto en una década realmente prodigiosa.

Junto a las Champions de los años 2009, 2011 y 2015, la entidad blaugrana ha conquistado en los últimos diez años seis de las diez Copas del Rey y, con el permiso del Depor, firmará hoy la séptima Liga en el mismo periodo.

Una catarata de títulos que le han permitido escaparse en el palmarés del ‘Torneo del K.O.’ con 30 trofeos, y reducir distancias en el de la Liga respecto al Real Madrid que ha ganado 33 títulos.

Un estilo para ganar

Esos títulos, esa ‘rutina del éxito’ llegó con la consagración de un estilo propio de juego, moldeado a partir de las esencias de la ‘escuela holandesa’ y las particularidades de La Masia, perfeccionado durante lustros.

La apuesta decidida por ese estilo llevó asociada la fe en un perfil de jugador determinado; aquel que, con independencia de su potencia física tuviera talento en el pie e inteligencia táctica en la cabeza. Son valores que no se deberían perder.

Mantener la esencia

El viernes se escenificó, de forma anticipada, la salida de uno de los referentes de esa era dorada, el capitán Iniesta. Don Andrés sigue a Valdés, Puyol, Xavi o Pedro y deja al frente de la compañía a Piqué, Busquets o Messi.

Son la esencia que ejerce de pegamento del vestuario y que junto al talento de los Ter Stegen, Umtiti, Coutinho o Luis Suárez tiene que seguir ganando.

Esta tarde, Valverde pondrá la rúbrica a su magnífica primera campaña como técnico azulgrana; consciente de que a partir del 1 de julio le empezarán a reclamar la Champions.

Pero primero deberían despedir a Iniesta como se merece, habría que poner en valor, saborear el nuevo doblete... cuando se gane, que diría Ernesto.