Un dilema llamado Philippe Coutinho

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Valverde no está dejando pistas especialmente claras sobre cuál será el sistema predilecto esta temporada. Parece evidente que no se va a anclar el técnico extremeño en el 4-4-2 que solía utilizar en la mayoría de compromisos importantes el curso pasado y que va a darle la alternancia (veremos si en los compromisos de mayor entidad) al 4-3-3, un sistema en el que hay un hombre que tiene mucho que decir y que así lo demostró en el arranque liguero frente al Alavés. Hablamos de Philippe Coutinho.

Más acostumbrados a verlo actuando de interior o tirado hacia la izquierda en ese 4-4-2, cuando irrumpió el otro día sobre el verde del coliseo azulgrana lo hizo para situarse en el ala izquierda del ataque, donde solía 'campar' su compatriota Neymar hasta hace apenas un año. De hecho, muchos pensaron en 'Ney' cuando presenciaron el gol que anotó 'Phil'. Conducción hacia dentro con el balón pegado a la costura de su bota, doble quiebro en forma de finta y definición con un remate seco, lejos del alcance de Dani Pachecho. No lo celebró con especial ímpetu el ex del Liverpool. Probablemente el hecho de haber comenzado el encuentro en el banquillo tuvo buena culpa de ello. Pero vaya, eso no es sino síntoma de que tiene hambre y de que ansía jugarlo todo. Bien.

{"zeta-legacy-video":{"videoId":"11320742"}}La primera parte contra el equipo babazorro fue poco menos que soporífera. Se vio a un Barça plano, con poca imaginación (más allá de Messi) en 3/4 de campo, con problemas serios para dar dinamismo a las triangulaciones y a las transiciones en ataque. Lo que se suele decir como romo, espeso. Valverde, hombre poco dado a tocar cosas en los descansos, decidió retirar a Semedo, colocar a Sergi Roberto de lateral y dar entrada a Coutinho. El panorama cambió sustancialmente. A pesar de que sobre el papel, sobre todo a la hora de defender, 'Phil' se ubicó en la izquierda en un 4-4-2, lo cierto es que en labores ofensivas el esquema se convertía en 4-3-3 y hasta en un 4-2-3-1 con el propio jugador brasileño y Dembélé apareciendo una y otra vez por los costados y ante un equipo vasco replegado y muy atrás, tan solo pendiente de salir tímidamente en algún contraataque.

Partiendo a pierna cambiada en diagonal desde la izquierda, Coutinho explotó al máximo sus virtudes: una conducción endiablada y estéticamente perfecta, punzante en el eslálom y con opción de finalizar mediante su potente disparo o asociándose con algunos de sus compañeros de ataque, léase Messi o Suárez. Así llegó el segundo tanto azulgrana. Ya ubicado totalmente como extremo zurdo con la entrada de Arthur en el interior, Philippe se zafó de dos adversarios mediante dos fintas de cadera casi imperceptibles y finalizó con un disparo seco. 

Dembélé, clave en la ecuación

Se abre un (¿bendito?) problema en can Barça a la hora de recolocar a todos los cracks, a todas las piezas que tiene Valverde a su disposición. Con el 4-3-3, si Dembélé está bien y va confirmando las buenas sensaciones, Coutinho parece destinado a ocupar la posición de interior. Evidentemente ahí también rinde el ex del Liverpool, pero está obligado a una serie de sacrificios defensivos que obviamente lastran su aportación en la parcela ofensiva. Si Dembélé persiste con su irregularidad y no termina de eclosionar, la apuesta de Coutinho como extremo izquierdo parece clara y muy acertada. Eso lleva a Messi a la derecha, pero de sobras sabemos que Leo actúa por libre, por donde le place, y a ver quién le dice algo. Volviendo al 4-4-2, Valverde presumiblemente le seguirá ubicando en la izquierda, con Dembélé (o Sergi Roberto, según perfil del rival) actuando en la derecha.

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Cabe recordar que en el Liverpool ya había un debate abierto en su momento sobre cuál era la posición en la que el brasileñó podía rendir mejor y aportar más al conjunto. En Anfield lo vimos actuar mucho por dentro, haciendo un poco lo que hace Messi en el Barça actual. Esa tendencia a irse hacia dentro, a aparecer desde el pasillo central, ha tenido que 'reconducirla' Phil en can Barça. Algo similar a lo que le pasó a Neymar, que también campaba por libre en el Santos. Probablemente ahí veríamos a la versión más TOP del jugador de Río de Janeiro. Pero si algo ha mostrado hasta ahora en su corta estancia en el Camp Nou es que tiene una gran capacidad para adaptarse. Y para rendir.