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Hockey patines

El Sporting rompe el idilio del Barça con el Mundial de clubes

Los azulgranas, que habían firmado una fase de grupos inmaculada, no pudieron revalidar el título conseguido en 2024

El Barça recoge el trofe de subcampeon del Mundial de clubes de hockey patines

El Barça recoge el trofe de subcampeon del Mundial de clubes de hockey patines / FC BARCELONA

Cristina Moreno

Cristina Moreno

Un viaje de casi 11.000 kilómetros, cinco partidos en cinco días y un escenario de ensueño como el Aldo Cantoni para que el Barça revalidara el título de campeón del Mundial de Clubes conquistado en febrero de 2024. Un objetivo que parecía asequible tras una fase de grupos y unas semifinales inmaculadas pero que el Sporting se encargó de derribar en una final que se decidió en la prórroga (4-3).

Sporting - Barça (Final Mundial de Clubes, 06-10-2025)

Mundial de Clubes

3
2
Alineaciones
Sporting
Xano Edo, Facundo Navarro, Rafael Bessa, Alessandro Verona y Nolito Romero - cinco inicial - Macedo (PS), Barata, Roc Pujadas, Honório y Magalhaes.
Barça
Sergi Fernández, Ignacio Alabart, Ferran Font, Sergi Aragonès y Marc Grau - cinco inicial - Xavi Barroso, Sergi Llorca, Eloi Cervera y Carles Grau (PS).

El Barça, el club con más trofeos del Mundial de Clubes (antes Copa Intercontinental) en sus vitrinas (7), había conquistado seis de las siete finales que había disputado, todas menos la primera, dos de ellas en este mismo escenario argentino, cuna del hockey patines (2018 y 2024). Pero en 2025, en la nueva era de Ricard Ares, el matrimonio perfecto se rompió y la copa cambió de dueño y fue por primera vez en su historia para el Sporting.

El Barça, que ya se impuso a los 'Leoes' en el último partido de la fase de grupos, volvía a verse las caras con el potente equipo portugués apenas 48 horas después, con el guión claro y la baja de un Pablo Álvarez que sufrió una fractura nasal y vivió la final desde el banquillo. Con el pabellón lleno por enésima vez, los de Ares avisaron ya desde los primeros compases con un disparo de Sergi Aragonès y una alta intensidad defensiva.

Pero también había hecho los deberes el conjunto lisboeta que se aprovechó de esa presión defensiva para hacer su juego y crear ocasiones de peligro, mientras el juego sobre el parquet se tornaba tosco, trabado y con mucho más contacto que en el partido de la fase de grupos. Como muestra, la decisión salomónica de los árbitros con una azul para Aragonès y Magalhaes tras una acción en el área discutida por los dos protagonistas.

Poco después llegaba el penalti de Eloi Cervera sobre Barata. Nolito, uno de los máximos goleadores del equipo, fue el encargado del lanzamiento pero se encontró con un Sergi Fernández que, por dos veces, despejó el peligro. En la acción siguiente, Verona hacía buena una contra para, esta vez sí, batir al portero azulgrana.

Cuando más tranquilo estaba el duelo llegó Ferran Font para hacer el empate a cinco del final. El azulgrana, que pasó ocho temporadas en el Sporting, aplicó la ley del ex y no falló. En una acción personal amagó y apuntó a la escuadra para sorprender a un Xano que poco pudo hacer para parar esa bola. La diana despertó al Barça que enlazó dos jugadas de peligro, aunque sin premio y el duelo se fue al descanso con el 1-1 en el marcador.

Final sin dueño

Del paso por vestuarios el Barça volvió a pista con la consigna de volver a la intensidad defensiva de los minutos iniciales. El objetivo era claro, frenar a un Sporting que había vuelto al parquet como un huracán. Antes de llegar al 5' el Barça sacó rédito a ese planteamiento y aprovechó una acción iniciada en la portería lisboeta por Marc Grau para que Ferran Font hiciera el segundo.

Una jugada cocinada a fuego lento entre Aragonès y Eloi Cervera estuvo cerca de ampliar la ventaja azulgrana pero Xano, muy atento, evitó que la bola se colara entre los tres palos. La siguiente oportunidad no se hizo esperar y casi a renglón seguido otra azul a Magalhaes daba la primera falta directa al Barça. Ferran Font tomó galones pero el meta portugués adivinó las intenciones anticipándose una vez más.

Con poco margen ya por delante, el Sporting necesitaba arriesgar e impuso una alta velocidad, jugándosela con tiros exteriores y sin crear jugadas largas, un escenario que aprovechó el Barça para acercarse con más peligro a la portería de Xano. También aumentó el contacto y así llegó la opción desde la falta directa, esta vez para los lisboetas en otra decisión estricta de los colegiados. No falló Nolito que con una tranquila conducción encontró el hueco para batir a Sergi Fernández.

El empate no descolocó al Barça que se mantenía bien posicionado sobre el parquet, intentando controlar el disperso juego de los portugueses. Tarea complicada en la que cualquier pequeño error podía ser definitivo. A la desesperada lo intentaron unos y otros pero no pudieron evitar que el duelo se fuera a la prórroga.

Vida extra

En el tiempo añadido fue el Sporting el que pegó primero con un disparo lejano de Verona que pilló desprevenida a la defensa azulgrana. Poco después el partido se detenía para atender a Navarro, que había recibido un golpe fortuito.

Con la faena hecha por parte de los 'leoes', el trabajo recaía en el Barça que tuvo dos ocasiones claras en la primera parte que no consiguió materializar. El Sporting, por su parte, se dedicó a dormir el balón y rascar todos los segundos posibles sin arriesgar con la posesión. Ni el cinco contra cuatro sirvió a los azulgranas para encontrar el hueco y el trofeo acabó viajando a Portugal.