Hay portero para competir en la Champions, ahora falta el equipo

¿Seguro que ha estado 3 meses sin jugar? Otro recital de paradones de Ter Stegen

¿Seguro que ha estado 3 meses sin jugar? Otro recital de paradones de Ter Stegen / MEDIAPRO

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Siempre es recomendable no hacer de la anécdota categoría. Y es probable que Koeman se crea sus palabras cuando dice que este Barça no tiene un problema de gol. Pero son ya varios partidos en los que el técnico resopla en el banquillo viendo como su equipo falla una y otra vez ocasiones.

Ocurrió en Turín. Se repitió en Mendizorroza. Y ya no fue ninguna novedad ante el Dinamo. Que el Barça perdiera contundencia sin Suárez era algo que uno podía imaginarse. Pero pocos visualizaban a Messi perdiendo los nervios cerca del área, a Griezmann fallando remates a bocajarro o a Ansu con el pie torcido en los últimos metros.

En el fútbol la duda entra muy fácil y ahora mismo hay demasiados jugadores del Barça que piensan demasiado cuando rematan. Ante el Dinamo el efecto fue devastador. Porque a un arranque de partido eléctrico, a una puesta en escena ilusionante, le siguió  una alarmante flojera. 

El Barça no logró poner el 2-0 cuando el partido apuntaba a goleada. Y terminó en manos de un Ter Stegen descomunal. Quién lo iba a decir en un partido que apuntaba a noche plácida ante un Dinamo con solo 13 jugadores del primer equipo y un chico en la portería, Neshcheret, con más experiencia en la Youth League que la Champions.  Pero el Barça se fue perdiendo, frustrado tras fallar lo indecible, y a punto estuvo de desmoronarse

Un muro descomunal

No fue así porque Ter Stegen mostró todo su repertorio en su primera titularidad tras superar su lesión. La exhibición fue asombrosa. Sacó cuatro situaciones de uno contra uno. Con los pies. Con los brazos.  Con las manos. Con firmeza y determinación alemana. Un espectáculo de contorsionismo. Ter Stegen juega a fútbol, pero podría ganarse la vida en la portería de un equipo de balonmano.

El alemán aguantó al equipo y Piqué tranquilizó los ánimos con un tanto de cabeza. Pero ni siquiera en ese contexto propicio, el Barça se asentó en el partido. El Dinamo recortó distancias y al conjunto de Koeman se le vieron todas las costuras. Ni rastro de fiabilidad. Desconexión total. Falta de coordinación en el repliegue. El Barça recordó al equipo de la temporada pasada. 

Demasiada fragilidad para competir en Europa. Demasiados errores para pensar que se pueda hacer algo grande esta temporada. Marcaron Messi, de penalti, y Piqué de cabeza. Pero fue de nuevo Ansu el jugador más deslumbrante.

Al delantero solo le faltó el gol, y aunque terminó siendo sustituido, fue el jugador más difícil de descodificar para el Dinamo.  Ansu no solo marca diferencias en el uno contra uno, también domina el juego sin balón y apenas comete errores de lectura. Otra de las buenas noticias fue Dest

El Barça vuelve a tener un lateral derecho capaz de ser determinante. No ocurría desde los tiempos de Alves. A poco que el equipo se lo crea, el Barça tiene ahí jugador diferencial por años. El estadounidense fue una de las novedades de una alineación prometedora. Con Pedri. Con Pjanic. Con De Jong en el centro de la defensa. Todos ellos grandes facilitadores. 

Jugadores pensados para que el balón se mueva con velocidad y criterio. Esta vez en un 4-3-3, con Pedri ocupando el interior izquierdo y Messi partiendo de la banda derecha.  Pero entre el partido que imaginó Koeman y lo que ocurrió en el campo hubo un mundo. 

Lo que se vio en el arranque del encuentro fue solo un espejismo. El partido ni siquiera supuso un refuerzo positivo del equipo. La peor actuación del Barça de la era Koeman.

Nadie imaginaba antes del encuentro que Ter Stegen sería el gran protagonista del partido. Nadie imaginaba antes del partido que sin el portero alemán probablemente el partido no lo habría ganado el Barça. Pero lo ganó y suma tres de tres en la Champions. Nueve puntos para poner un pie y medio en octavos. El Barça tiene portero para competir en Europa. Ahora le falta hacer un equipo.