Leo respondió al absurdo desafío del brasileño con su 14º triplete como blaugrana

'Hat trick' de Messi dedicado a Pelé

Autor de 216 goles en el Barça, se queda a 19 de la mítica cifra de César, después de deslumbrar en Málaga y recuperar sensaciones fuera de casa

Enviados Especiales

Después de quedarse sin marcar en el Santiago Bernabéu, hubo quien dijo que Leo Messi atravesaba un bache de juego. Otros más atrevidos, como Pelé, le retaron a seguir marcando goles para poder ponerse a su altura en la galería de históricos del fútbol. Y Leo, como siempre, respondió en el campo, con una naturalidad asombrosa: en Málaga marcó su decimocuarto 'hat trick' como jugador del Barça, lo que dispara su cifra de goles totales a 216, a solo 19 de César, el mejor anotador de la historia del equipo.

No solo eso: estuvo a punto de lograr cuatro goles (con el 1-4 en el marcador tuvo una ocasión muy clara que estrelló contra el cuerpo de Caballero), algo que ya ha firmado en una ocasión, ante el Arsenal hace dos temporadas. Frente a las provocaciones de Pelé (“cuando Messi haya marcado 1.283 goles y ganado 3 Mundiales, hablamos”, había dicho el brasileño), el argentino respondió engordando aún más sus espectaculares cifras. Esta temporada ha marcado ya 36 goles en 30 partidos.

Autor del primer gol del encuentro, el que abrió el camino de la goleada, Messi se reencontró con un remate de cabeza implacable. Ya ha marcado diez goles de cabeza desde que es jugador del Barça, una suerte del juego en la que ha dado un enorme paso adelante con Pep Guardiola como entrenador. También el equipo, que ha marcado 8 goles de cabeza en la primera vuelta de la Liga cuando el año pasado, en el ecuador de la competición, solo había anotado dos.

Messi podrá felicitar hoy a su madre, Celia, regalándole un 'hat trick' por su cumpleaños. A Leo ya le salió demasiado caro felicitar a su madre con una camiseta interior ('Feliz cumple, mami') que mostró a las cámaras después de un partido ante el Racing de Santander, hace un año, y que el Comité de Competición castigó con una absurda sanción económica.

Leo acabó el encuentro “cansado, porque todos los partidos de Liga son exigentes”, pero prometió que tanto él como el equipo estará a tope para el miércoles, ante el Real Madrid en la Copa del Rey. “Ya estamos acostumbrados a jugar cada tres días”, recordó. Messi también se mostró satisfecho “más por ganar el partido en un campo tan difícil que por mis goles” y destacó que al Barça aún le queda “mucho camino por delante” en su pelea por revalidar el título de Liga.

Después de un paso más discreto de lo habitual por el Bernabéu, Messi recuperó su mejor versión, precisamente a las puertas de otro clásico. Estuvo rápido, preciso, hábil en el regate y demoledor de cara a puerta. Antes del gol, en la primera parte, colocado en la teórica media punta del equipo, fue el eje sobre el que se movió la ofensiva del Barça. Se vistió de asistente para regalar pases decisivos a Abidal (en una jugada que remitió a la del gol del francés en Madrid), Adriano o Iniesta desde la corona del área rival.

Su tercer gol en Málaga ocupará un lugar honorífico en los grandes éxitos de Messi. En siete toques, firmó una obra de arte: recibió el balón en la línea divisoria, esquivó una entrada a ras de suelo de su compatriota Demichelis, cabalgó hacia la meta rival y ya en el área, tuvo que sortear otra entrada sin miramientos del otro central, Mathijsen, para colocar el balón cruzado a la salida de Caballero. Y todo, a una velocidad de vértigo. El argentino buscaba en La Rosaleda su gol número 20 en Liga y sobre todo, reencontrar sensaciones como visitante. Había aterrizado en Málaga con un bagaje extraño, solo un gol fuera de casa, decisivo para que el Barça arrancase un punto de San Mamés, y regresó con tres goles más.