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Guardiola y Luis Enrique: un triplete en el Barcelona envejece y pasa factura

Guardiola y Luis Enrique demuestran que un año en el banquillo del Barcelona, con triplet incluido, desgasta y te deja si pelo

Lo que va de un año a otro tras un triplete

Lo que va de un año a otro tras un triplete / sport

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Luis Enrique, actual entrenador del FC Barcelona, inicia su segunda temporada en el banquillo del primer equipo del Barcelona. Una temporada en la que, como el mismo anunció en rueda de prensa, <strong>es conseguir el sextete</strong>, después de adjudicarse en su primer año el triplete, Liga, Copa y Champions League.

<strong>Luis Enrique sigue de esta manera los pasos de Pep Guardiola</strong>, que en su primera temporada en el banquillo del primer equipo del Barcelona también consiguió el triplete. Guardiola se hizo cargo del primer equipo en la temporada 2008-09, en un momento complicado para el Barcelona, y consiguió el primer triplete de la historia. Luis Enrique también se ha hecho cargo del equipo en un momento complicado, después de la etapa de Tata Martino, y ha conseguido el segundo triplete en la campaña 2014-15.

Una apuesta buena la que hicieron con Guardiola y han hecho con Luis Enrique los dirigentes del Barcelona, pero que ha tenido también sus consecuencias. El trabajo, la dedicación, el estrés y la presión que supone estar en el banquillo del primer equipo del Barcelona queda reflejado también en el rostro de los entrenadores. El desgaste es total.

Solo si comparamos las imagenes de Guardiola y Luis Enrique en el día de su presentación como entrenadores del Barcelona y las comparamos con la imagen de su rostro un año después, en la pretemporada posterior al triplete, queda claro que ser entrenador del Barcelona envejece y te deja con menos pelo. En el caso de Luis Enrique es muy claro. Su rostro en la primera rueda de prensa de esta temporada refleja claramente que el éxito del triplete aparte de ser un orgullo a nivel personal también le ha supuesto un desgaste físico. Pero Luis Enrique aún quiere más, quiere el sextete.