Griezmann, tras los pasos de Henry y Villa

Risas entre Messi y Griezmann en el último entrenamiento antes de viajar a Granada

Risas entre Messi y Griezmann en el último entrenamiento antes de viajar a Granada / Marta Fernández

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Thierry Henry llegó al  Camp Nou el mes de junio de 2007. Rijkaard languidecía en el  banquillo ante la deriva nocturna de Ronaldinho, cuya magia se apagaba al mismo ritmo que se encendían las luces de los locales nocturnos que frecuentaba. Al holandés le quedaba una temporada como técnico, la que necesitó el francés para adaptarse al Barça.

David Villa aterrizó el mes de mayo de 2010 y tampoco lo tuvo fácil en sus inicios porque, al igual que Henry, llegó siendo delantero centro y tuvo que reciclarse para jugar en la banda. A ambos se les pidió que fueran tan decisivos como lo habían sido en el Arsenal y el Valencia, respectivamente, sin tener en cuenta que jugaban en una posición muy distinta a la que estaban acostumbrados a hacerlo. La historia, para ambos, no pudo acabar mejor.

Griezmann no está viviendo nada que no hubieran vivido antes dos de los mejores delanteros que ha tenido el Barça a lo largo de su historia.

"AÚN DEBO ADAPTARME"

A los cuatro meses de lllegar, a finales de octubre de 2007, Thierry admitía “cierta frustración” porque, pese a que los números (sumaba cuatro goles y tres asistencias) no eran malos, “me tengo que adaptar a este estilo, con más pases de izquierda a derecha, y eso lleva tiempo”. Rijkaard pidió que los centrocampistas le buscasen más, pero él respondió que “me tengo que adaptar yo al equipo y no al revés”. Su primer año acabó sin títulos, pero con 47 partidos disputados, 19 goles y 12 asistencias. En su segundo año ganó la Champions de Roma y, antes de marcharse a la MLS, dejó atrás 121 partidos, 49 goles y 26 asistencias. Lo hizo engordando su palmarés con, además de la Champions, dos Ligas, una Copa, una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubs, pero, sobre todo, lo hizo siendo protagonista del mejor Barça de la historia.

"UNA MARCHA MÁS"

David Villa ocupó el vacío que dejó Henry a partir de la temporada 2010-2011. Como su antecesor, necesitó entender a qué juega el Barça, incluso después de haber ganado el Mundial de Sudáfrica junto a Xavi, Busquets e Iniesta, entre otros blaugranas. “Cuando te pones a jugar al lado de estos compañeros te das cuenta de que es complicado porque llevan una marcha más que el resto”, dijo sobre sus primeras sensaciones en el Camp Nou. Al final de su primera temporada acabó con 53 partidos, 23 goles y 12 asistencias, números que le llevaron a conquistar, también desde la banda izquierda, la Champions de Wembley tras el mejor partido de la historia del Barça, que barrió al Manchester United en la final.

Henry y Villa supieron adaptarse a una posición muy diferente a la habitual en un ecosistema absolutamente distinto al que conocían. Ambos acabaron triunfando vestidos con la camiseta del Barça. No existen mejores referencias para Antoine Griezmann que estos dos jugadores a los que le tocó reconvertirse por exigencias del guión, pero que nunca lanzaron la toalla y acabaron escuchando cómo el Camp Nou coreaba sus nombres en muchas  ocasiones para agradecerles no solo su rendimiento, sino, sobre todo, la humildad para reinventarse.