Griezmann tenía desde hace dos meses un acuerdo con el Atlético

El francés venía considerando su regreso al conjunto 'colchonero' desde el verano pasado

La insistencia de Simeone, clave para llevar a cabo la operación

Oficial: Griezmann deja el Barça y vuelve al Atlético de Madrid

Oficial: Griezmann deja el Barça y vuelve al Atlético de Madrid / Perform

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Tanto va el cántaro a la fuente... que al final se rompe. El regreso de Antoine Griezmann al Atlético de Madrid es una realidad después del auténtico 'thriller' vivido en el último día de mercado. Aunque la operación se cerró sobre la bocina, la realidad es que ya llevaba muchos meses sobrevolando las oficinas del Camp Nou. Ni Griezmann se ha sentido como en el Atlético ni el jugador ha aportado lo que el club catalán esperaba. Así, deshacer lo que no funciona siempre resultó una tentación.

Ya desde el verano pasado, tras un primer año como azulgrana más que mediocre, se especuló con la posibilidad de que Griezmann abandonara el Barça. Es cierto que en aquel momento sonó más el PSG en el intento azulgrana de 'repatriar' a Neymar. Sin embargo, el entorno del jugador se apresuró en dejar claro que Antoine no tenía ningún interés en irse a París. Sonó entonces una posible vuelta al Atlético, pero el Atlético mostró un interés difuso y los contactos informales evidenciaron unas peticiones muy alejadas entre clubes. 'Grizzi' no se movería.

El curso pasado arrancó con la sensación de que el atacante arrancaba con otra energía mucho más esperanzadora. Le faltó acierto en los primeros partidos, pero los síntomas eran de clara evolución. Incluso durante los meses de enero y febrero el galo tuvo un papel protagonista, especialmente en la Supercopa -a pesar de perder- y en la Copa del Rey, donde fue el héroe tanto en la remontada de Granada como en la final.

Sin embargo, el tramo final de temporada no sirvió para ratificar la mejora del francés -ni la del equipo-. Ante los problemas económicos del club, el verano arrancó con una sensación clara: para renovar a Messi era necesaria la salida de Griezmann. Por aquel entonces, la paciencia del francés ya rozaba los límites. No porque quisiera irse, sino porque nunca quiso ser un problema para el club, siempre y cuando pudiera volver al Atlético, ahí donde fue feliz.

LA INSISTENCIA DE SIMEONE, CLAVE

Por suerte para Antoine, Simeone iba como loco para recuperarle. Y así se lo ha trasladado una y otra vez en los últimos meses el técnico argentino. Los contactos entre Griezmann y el club blanco han sido constantes. De hecho, hace ya dos meses que ambas partes pactaron cuáles serían las condiciones de una posible vuelta. Faltaba lo más difícil: el trato con el Barça. Los colchoneros intentaron por todos los medios que Saúl formara parte de la operación, pero el club catalán no lo vio claro.

Quizá intuyendo que lo de Messi se complicaría, el Barça cambió radicalmente el discurso: "Griezmann se queda y debe ser el nuevo líder", se dijo. La operación parecía 'muerta'. Pero al final, por más que uno trate de esconder las cartas, por todos es sabido que las arcas del club son un drama. Sobre la bocina, el club aceptó desprenderse del francés en una operación que le supone un ahorro de casi 140 millones de euros entre la venta y el salario del jugador.