Griezmann, ¿solución o problema?

La celebración de Griezmann desde la grada del gol de Dembélé

La celebración de Griezmann desde la grada del gol de Dembélé / MEDIAPRO

Jordi Delgado

Jordi Delgado

Ya se empieza a notar en Francia, y parece un hecho en Barcelona: Griezmann no se encuentra en el mejor momento de su carrera. Su traspaso al Barça fue toda una bomba en el mercado de fichajes por un jugador que llegaba a Barcelona siendo campeón del mundo y uno de los mejores jugadores del Mundial. Con las expectativas tan altas, a Griezmann le costó adaptarse y no ha encontrado aún su sitio de estrella en la Ciudad Condal.

Una primera temporada convulsa para todos acabó de forma discreta para Griezmann, y se terminó con la afición pidiendo mucho más de lo que al final dio. Parece que fue de más a menos, hasta llegar a un punto en el que es necesario un cambio. Sus números lo describen.

Desde el 25 de febrero que anotó en octavos de Champions ante el Nápoles, Griezmann encadena 18 partidos con solo un gol (ante Villarreal en la jornada 34), y ninguna asistencia. Ello demuestra que de los 15 goles que consiguió en toda la temporada, 14 fueron antes de esa fecha. 14 en 36 partidos iniciales, con un promedio de 0,4 por encuentro; y 1 en los 13 finales, con menos de 0,1 de promedio. Esta temporada, sus números aún son peores, sin ninguna aportación estadística en cinco encuentros, y con unas sensaciones que crean desilusiones.

En el clásico, Griezmann se quedó fuera del once dándole su lugar a un recién llegado y joven Pedri de 17 años, y solo formó parte de la lista de nombres que barajó Koeman para intentar la desesperada remontada en los minutos finales. Con el neerlandés, Griezmann no termina de arrancar, pero su calidad es incuestionable y lo ha demostrado en más de una ocasión.

En Francia, en cambio, Griezmann responde con rendimiento, con tres goles y una asistencia en cinco partidos, y siendo mucho más efectivo, además que creando acciones de peligro.

Él lo justificó en el posicionamiento en el campo, más centrado en la selección. Deschamps reconoció que el delantero no está pasando por un buen momento en Barcelona y recomendó cambiarlo de ubicación, pero ahí, en Getafe se demostró que cambiando tampoco acaba de cuajar con la camiseta del Barça.

Cuando el análisis viene de su propio país, las conclusiones son parecidas. L’Équipe “confirma la degradación de Griezmann” y asegura que el delantero “atraviesa uno de sus momentos más difíciles desde su debut con la Real Sociedad hace diez años”. El medio incluso se pregunta si la decisión de ir al Barcelona fue la equivocada y se plantea un posible arrepentimiento del jugador.

Con la lesión de Coutinho, Griezmann puede tener una nueva oportunidad de reivindicarse en Turín como falso delantero, ya que Pedri, más polivalente, respondió bien en la banda. Por detrás de Pedri y Trincao en las alineaciones analizando los rendimientosKoeman tiene que valorar ahora si el poco o mucho protagonismo que le dé a Griezmann puede llegar a ser un problema para él, para el jugador y para el vestuario. Si por sus galones, la suplencia por detrás de los jóvenes puede considerarse una desautorización, o si la competencia hará que a Griezmann le crezca la chispa para sacar lo mejor de sí. Ahí estaría la solución.