La mejor versión de Griezmann en Granada

La renovada conexión con Messi y la presencia de Dembélé en el campo han reforzado sus aptitudes pese a no jugar en su posición favorita

El francés firmó un doblete y sumó una asistencia en el Nuevo Los Cármenes, en uno de sus mejores partidos con el Barça

Griezmann cerró el marcador ante el Granada con un gran gol

Jordi Delgado

Jordi Delgado

El sol de Granada que se colaba entre el temporal que azota toda la península le fue bien a Antoine Griezmann. Un respiro de aire fresco fue el viaje al sur para él, una oportunidad para dejarse llevar y conseguir lo que hacía tiempo que se había escapado: el acierto.

Con dos goles y una asistencia llenó Griezmann su libreta en el Nuevo Los Cármenes. Sacó a relucir su mejor versión, uno de sus mejores partidos con el escudo del Barça en el pecho.

El primer gol polémico desató y liberó a Grizzi. El doblete, en cambio, solo ejemplifica lo que ya hace unas semanas que se puede entrever. Griezmann ah encontrado por fin su lugar en el Barça, tanto sobre el campo como en el vestuario. Los abrazos con Leo Messi se ven, de una vez por todas, sinceros. Su conexión es real y parece verdadera por primera vez desde que Antoine aterrizó en Barcelona. Las muestras de cariño entre ambos eran múltiples pero frías. En medio de la ola de frío, se nota el calor entre ambos.

Otro de los motivos es, seguramente, el conocido como ‘factor Dembélé’. Ousmane es uno de los mejores amigos de Antoine, y los dos se entienden perfectamente en la selección francesa. Estábamos esperando esa conexión también en el Barça. Con Dembélé recuperado, en plena forma y mostrando también su mejor versión, todo ello realza las calidades de Griezmann. Una dupla que hizo campeona del mundo a Francia. Esa dupla que enlaza a la perfección y que revive las bandas azulgranas. El Barça puede hacer mucho daño con los dos.

Ello significa que Griezmann sigue sin jugar en su posición favorita, la que le hizo estar entre los grandes con sus actuaciones en la selección y en el Atlético. Pero incluso eso ha conseguido dejar atrás. Ha encontrado cómo funcionar en la izquierda, pero sabiendo que Dembélé está en el otro lado, se nota que Griezmann está más cómodo, se siente más reforzado con su amigo cerca. No jugar en su lugar natural ya ha pasado a ser un efecto secundario.

Griezmann se ha dado cuenta que incluso así puede destacar. Se vio en Granada. Si hace caso a lo que dijo tras el partido, ahora solo falta mantener esa línea. Es lo que se espera de él.