La gran promesa de Paulinho

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El barcelonismo ya ha descubierto que Paulinho es mucho más que un centrocampista físico de contención. El brasileño es uno de los volantes con más gol de la actual plantilla blaugrana. Tiene muy buena lectura de juego incorporándose desde la segunda línea, pisa constantemente el área convirtiéndose en un cuarto delantero y acepta el reto de la definición, ya sea en jugadas hilvanadas o en acciones puntuales a balón parado.

Tras un proceso de adaptación intenso, incluyendo varias paradas FIFA para dar cobertura a los partidos de selecciones, ya contabiliza cuatro goles: curiosamente, todos ellos en el transcurso de la Liga.

El internacional canarinho, en plenitud de confianza, se ha marcado un objetivo personal, que ya ha comentado a su círculo más íntimo: alcanzar los 15 tantos a lo largo de la presente temporada. Es su cifra mágica, uno de los grandes retos en su primera temporada en el Barça. Justo en el primer tercio de competición, el futbolista va camino de cumplir su promesa. 

En los equipos que juegan para ganar, como la renacida Seleçao bajo la batuta de Tite, Paulinho, ha aumentado sus registros goleadores en los últimos meses. En este 2017 ya ha marcado 5 tantos vestido de verdeamarelo: un hat-trick en el 1-4 en Uruguay, en el mes de marzo, y ya ejerciendo de blaugrana, un tanto en el 2-0 contra Ecuador y otro frente a Chile. Valga como ejemplo, que Neymar y Gabriel Jesus solo han anotado tres goles con su selección.

Esta misma situación, puede repetirse en el Barça, donde está multiplicando su contribución en la construcción del juego ofensivo. Valverde está reforzando el centro del campo para buscar el tan deseado equilibrio inexistente con el vértigo del tridente. El Barcelona fiel a su DNI sale a dominar, imponer su juego y a ganar, y quienes se ven favorecidos, individualmente, son los que juegan arriba o bien aquellos, como él, que tienen vía libre para incorporarse de forma letal desde la segunda línea.

Paulinho está muy satisfecho de sus inicios en el Barça y de cómo las ‘vacas sagradas’ lo han recibido, especialmente el sector sudamericano encabezado por Leo Messi y Luis Suárez. El brasileño se siente cada día más integrado a la dinámica del juego. En este sentido, su experiencia, su fortaleza mental y su recorrido internacional juegan a su favor. A sus 29 años, es un jugador maduro consciente que está en la mejor fase de su carrera. 

Dentro del campo, se siente arropado y con la confianza del mejor del mundo, que lo busca con insistencia. Sus compañeros y el cuerpo técnico son muy conscientes de cuáles son sus virtudes futbolísticas y por qué la secretaría técnica dirigida por Robert Fernández, a indicación de André Cury (su miembro en Sudamérica), fueron hasta China para ficharlo previo pago de un cuantioso traspaso. Un ejemplo de ello es la preparación de las jugadas a balón parado, donde al lado de Gerard Piqué ya se ha convertido en una de las principales bazas rematadoras. 

En este 2017, en once meses de competición, Paulinho ya acumula 21 tantos: 4 con el Barça, 5 con la Seleçao, donde ya es el pivote defensivo más goleador de la canarinha, y los restantes, con su antiguo club el Guangzhou Evergrande, que dirige Luiz Felipe Scolari.

Paulinho es muy consciente que el 2018 puede ser un año clave en su carrera, ya que puede conquistar sus primeros títulos vestidos de blaugrana y, en verano, en Rusia, tiene opciones reales de ganar el anhelado hexacampeonato de la canarinha. De momento, día a día sigue ganándose la confianza de Ernesto Valverde en el Camp Nou mientras que Tite le considera una de las piezas indispensables en el centro del campo brasileño.