El gol de Manolas dio la estocada a un pésimo Barça

Germán Bona

El Barça jugó y jugó con fuego y el desastre se veía venir cuando el partido entró en su recta final. Kostas Manolas, un central griego de 26 años de edad, dio la puntilla a un equipo desconocido que naufragó en todas sus líneas.

Corría el minuto 82 de partido cuando la Roma tuvo un saque de esquina a su favor. El turco Cenzig Ünder, que hacía unos minutos que había entrado en el terreno de juego, lo sacó desde la derecha del ataque capitalino y el balón encontró la cabeza de Manolas, que peinó sin que Semedo le presentara apenas oposición. El de Naxos peinó llegando desde atrás y se la cruzó al segundo palo a un Ter Stegen que se quedó inmóvil. Sin creérselo.

Como tampoco el propio Manolas y sus compañeros de la Roma. El defensa corrió como un poseso hacia el tartán del Estadio Olímpico y se abrazó con sus compañeros, tanto los que estaban en el banquilo como en el terreno de juego. Lo tiraron al suelo para celebrarlo, mezcla de euforia e increudlidad.

Todavía quedaba tiempo para la reacción pero fue el gol que, a la postre, supuso la inesperada eliminación del Barça a manos de una Roma que sufrió en los últimos minutos para mantener el resultado, pero acabó logrando una remontada histórica. Ni los propios seguidores del conjunto 'giallorosso' se lo podían imaginar en sus mejores sueños. La pesadilla de Roma deja al Barça de Ernesto Valverde sin la opción del triplete.