Piqué no se calla una

"Yo no le cambiaré el nombre ni le insultaré, mis padres me enseñaron que el respeto es otra cosa”. El elegante correctivo de Gerard Piqué iba dirigido a Carlos Herrera quien, tras digerirlo, no tuvo otra que disculparse con él: “Tiene razón… le ruego que me disculpe”. 

Es la última sentencia de Gerard Piqué, el futbolista del Barça que es más que un central y que no rehúye ni el partido más complicado ni el debate más encendido.

Al contrario: admite que le motiva de manera especial jugar (y ganar) en el Santiago Bernabéu, aunque en la última década se haya convertido prácticamente en una rutina. 

EL PROCÉS

La respuesta iba a cuento del debate en torno a la injusticia o justicia del juicio por el ‘Procés de Catalunya’ contra los “presos políticos” o “políticos presos”, según quién se pronuncie.

Piqué, exhausto pero radiante de felicidad tras vencer una vez más al Real Madrid (0-1), paladeó el nuevo triunfo del Barça –que lo pone por delante en el balance histórico 96-95- atendiendo a todas las preguntas, entrando a todos los temas; también a este.

Porque Piqué no solo puso en su sitio al radiofonista; explicó que en el descanso le dijo a la grada de Chamartín “hablad ahora” porque “se ve en las imágenes que Leo tenía sangre en el labio (tras el codazo de Sergio Ramos); por eso les digo que hablen porque a veces los árbitros también toman decisiones a su favor”.

Y en la misma réplica, tuvo para Carvajal: “A pesar de que los jugadores del Madrid tienen la capacidad de escuchar jugadas a 25 metros, nosotros no”. Y para el estamento arbitral: "Hoy (en el clásico del sábado) estaba Mateu en el VAR, ¿no? Pues no les ha parecido roja (la jugada de Ramos sobre Messi)”.    

EL VAR Y SOLARI

Apenas cuatro días antes, tras el 0-3 de la Copa, Gerard ya había dado un toque de atención al sector cavernario del entorno mediático madridista: "En vez de dedicarnos tanto a hablar del VAR, si las televisiones en España le dedicaran el mismo tiempo al juicio injusto que se está haciendo contra los presos políticos, las cosas irían mejor". Bomba en los cimientos de Chamartín.

No es extraño que el defensa blaugrana ponga los puntos sobre las íes, al menos desde su punto de vista. Antes del choque de ida de la Copa, ya había salido al paso de los lamentos de Santiago Solari por la confección del calendario. El Real disponía de menos tiempo para preparar los choques. “Si mal no recuerdo, ellos descansaron un día más y quedamos 5-1 en la primera vuelta (de LaLiga)”. 

PARA TODOS

Su actitud no deja indiferente a nadie y tanto enerva a los ‘anti’ como espolea por igual a los ‘pro Piqué’. A los que le acusan de meterse en todos los charcos, contesta de manera contundente: existe libertad de expresión y él no le falta al respeto a nadie.

Pareja de la megaestrella Shakira, se las tuvo tiesas en su momento con un sector de la afición del Espanyol por los insultos a la cantante y a los hijos de ambos. Ni corto ni perezoso, mandó a los ‘pericos’ a Cornellà-El Prat poniendo patas arriba toda el área metropolitana barcelonesa. 

A través de su empresa Kerard Holding, Gerard ha promovido una nueva Copa Davis, ha adquirido el FC Andorra y saca adelante otras inversiones además de impulsar la productora ‘Kosmos’ que realizó el, a la postre, polémico documental ‘La decisión de Griezmann’ por la implicación más o menos directa del Barça en la trama. 

AL MÁXIMO NIVEL

Y toda esta actividad, la desarrolla manteniéndose durante una década en la élite del fútbol Mundial, primero en el Barça y en la Selección y desde hace algo más de un año solo con la camiseta blaugrana.

Su capacidad para ser un referente dentro y fuera de los terrenos de juego se ha visto reconocida con la capitanía del vestuario blaugrana –es el tercero en el escalafón- y él ha respondido con un nivel futbolístico espectacular.

Aquella sentencia con la que, hace ya unos años, proclamó su deseo de ser algún día presidente del Barça, dejó de sonar a ocurrencia hace mucho tiempo.

Su papel en el acuerdo entre el club y Rakuten no se le olvida a nadie. Y al mismo tiempo, juega más minutos que nadie (3.330 en 37 partidos) en el equipo de Ernesto Valverde y ofreciendo el nivel del mejor ‘Piquenbauer’.