Gavi, una bestia en el Pizjuán

Hace unas semanas se viralizó una imagen de Gavi disputando un balón con Kessie. La pugna, durante un entrenamiento, sorprendió por la intensidad, más propia de un partido, y el desenlace: Gavi se llevó el balón tras cuerpear con el muro marfileño. La acción es un retrato preciso de su naturaleza: un competidor feroz que se ve capaz de ganar cualquier duelo. Quedó claro en el Pizjuán, donde fue un vendaval y demostró que su fútbol está lleno de registros. Gavi puede vestirse de mediocampista recuperador en una jugada y de mediapunta en la siguiente.

Ya lo dijo Luis Enrique hace solo unos meses: a Gavi todavía no se le conoce. El seleccionador, que lo sigue desde hace años, recordó que quedarse solo con su intensidad es simplificar su impacto en el juego.

Ante el Sevilla fue el jugador del Barça que más kilómetros recorrió (11,3), el segundo en recuperaciones (7), pero también el más influente en la zona de tres cuartos (19 pases/44 en total).

Por delante de De Jong

La figura de Gavi se explica por su atrevimiento para defender y atacar. Xavi está tan encantado con su rendimiento que ha pasado por delante de De Jong, en la rotación. El neerlandés, de momento, parte con desventaja: suplente en tres de los cuatro primeros partidos de Liga y titular en el Reale Arena por la sanción de Busquets.

El técnico fue rotundo tras la goleada en el Pizjuán: Gavi fue el mejor del encuentro. "No me sorprende, le veo entrenar cada día. Es trabajo duro, disciplina, corazón... ha sido, creo, el mejor del partido, por su intensidad, por cómo lucha, por los pases, la presión alta... es un corazón con piernas. Le pone pasión. Su intensidad nos da mucho".

El técnico parece tener claro su apuesta para el centro del campo tras frustrarse el fichaje de Bernardo Silva. A día de hoy Busquets, Gavi y Pedri son los tres titulares. El técnico está buscando el equilibrio con dos interiores que juegan a distinta altura: Pedri más cerca de la base y Gavi, liberado para atacar la zona de tres cuartos.

Busquets es el puente entre los dos, el centrocampista más posicional y el gran facilitador. Gavi, el acelerador del juego. En el Pizjuán Xavi incluso lo llamó varias veces para pedirle más pausa en el juego durante la primera parte. También para frenar su ímpetu tras ver una amarilla.

No es su naturaleza: Gavi es un jugador de impulsos, de mecha corta, muy temperamental. También un ganador de duelos inmenso; en el Pizjuán ganó ocho, a pesar de la superioridad numérica del Sevilla, que acumulaba cuatro jugadores en el centro del campo.

No hubo forma de parar a Gavi, que siempre juega encendido y sin ataduras. En el Pizjuán se repitió la escena: el mejor fue un joven con los cordones desatados y la lengua en la mejilla.