Ganar y convencer, el reto argentino en Perú

La selección argentina está avisada después de las tres primeras fechas de las Eliminatorias: derrotó a Ecuador por la mínima —y de penalti, transformado por Leo Messi—, ganó también por la mínima a Bolivia, el peor combinado sudamericano en estos momentos, después de remontar un 1-0 en los últimos minutos en La Paz, y no pasó del 1-1 como local ante Paraguay.

El equipo de Lionel Scaloni aburre, no encuentra cómo aprovechar al astro del FC Barcelona y todo ello se traduce en un juego plano y falto de ocasiones de gol. Ganar y mejorar la imagen, es el doble desafío de Argentina mañana en Lima contra Perú, en partido correspondiente a la cuarta fecha de las Eliminatorias sudamericanas rumbo a Catar 2022.

Preocupante fue el juego ofensivo de Argentina en el último partido ante Paraguay en La Bombonera: las ocasiones de gol vinieron desde la defensa, especialmente por Martínez Quarta, que como central rompió líneas, y Nico González, el autor del gol al rematar un saque de esquina, por el lateral izquierdo.

Teniendo en el equipo a figuras como Messi y Lautaro Martínez, la albiceleste apenas generó situaciones de peligro. El gol que el VAR anuló a Messi, precisamente, empezó en un pisotón defensivo de Nico González a Romero, acción que el árbitro brasileño castigó después de que la jugada siguiera viva durante 27 segundos.

La mejor versión de Argentina se vio con Lo Celso sobre el terreno de juego, moviendo la pelota de izquierda a derecha, aunque insuficiente para desequilibrar en el marcador. Argentina, en ocasiones firmando hasta nueve pases para abrir la defensa paraguaya, nunca pudo hacer uso del factor sorpresa y lo acabó pagando.

Deuda

El ciclo de Scaloni sigue teniendo el déficit de encontrarle un ecosistema a Messi. Hay partidos en los cuales el ‘10’ estuvo más conectado con el equipo que otros pero le falta un socio. Sin la presencia de Exequiel Palacios por lesión, todas las miradas estarán puestas en Giovani Lo Celso. 

Ante Ecuador, Argentina había mostrado una variante táctica en la mitad de cancha con el doble pivote integrado por De Paul y Paredes, pero la falta de un volante con desmarque y más asociativo detrás de la línea de presión dejó aislado a Messi, quien no tuvo un socio para la descarga en el espacio. 

Ante Bolivia, Scaloni usó un 4-2-3-1 que pasó a ser un 4-4-2 en el retroceso. En ese esquema se destacó Palacios con un rol preponderante para presionar y ayudar en la recuperación de la pelota en campo rival y sumarse a colaborar en la elaboración del juego formando dupla con Messi y Lautaro. Ante Paraguay, el técnico optó por un 4-1-3-2, con Messi y Lautaro como puntas, secundados por el ‘trivote’ De Paul, Palacios y Ocampos. Otra prueba fallida.