Gaizka Mendieta, música, jamón y fútbol a orillas del Támesis

Javier Giraldo

Javier Giraldo

"Siempre me gustó Inglaterra y decidí quedarme aquí”, explica desde Londres Gaizka Mendieta, uno de esos jugadores que no pudieron triunfar en el Barça por las circunstancias que le tocó vivir.

Ahora, cuando está cerca de cumplir una década como exjugador, repasar la vida de este vasco-mediterráneo (nacido en Bilbao pero criado en Castellón porque su padre Andrés fue portero del equipo ‘orellut’) es como dar un paseo por un museo de placeres cotidianos: música, comida y fútbol adornan el día a día de Mendieta.

Su voz al otro lado del teléfono suena plácida, la voz de alguien que está en paz con su pasado y que sigue ilusionado con el futuro. "Cuando me retiré, en 2008 [su último equipo fue el Middlesbrough] empecé a tener actividades profesionales en Inglaterra y me quedé", desvela. 

Comentarista...

Las actividades consistían y consisten en comentar la Liga española para Sky Sports ("ahora un poco menos, porque la cadena dedica menos espacio al fútbol español para dar prioridad a la Premier"), pero también, desde hace poco tiempo, la gastronomía.

"Soy socio de un grupo de restaurantes españoles llamado Ibérica, primero con David Muñoz y ahora con Quique Dacosta", cocineros sin fronteras y de primera línea mundial. Lo que está claro es que Mendieta no se aburre: da la sensación de que tiene poco tiempo y muchos intereses. Entre ellos, la música. 

No fue casual que en su día, Los Planetas le incluyeran en la letra de una canción, titulada ‘Un buen día’ ("he puesto la tele y había un partido y Mendieta ha marcado un gol realmente increíble", rezaba la letra de la canción), porque poco después de colgar las botas montó un trío de disc jockeys llamado ‘Gasteiz Gang’ junto a Arizona Dylan y Juan Vitoria. 

... Y DJ

No tardó en pinchar en los mejores escenarios: el FIB (Festival Internacional de Benicàssim), pero también en las dos últimas finales de Champions, Milan y Cardiff, para amenizar las horas previas al partido. "La música siempre me ha interesado, siempre fue una de mis pasiones: he tenido la opción de actuar como DJ en diferentes eventos y festivales para compartir otra de mis pasiones”. 

Ahora le dedica el tiempo que antes no tenía. “Cuando jugaba era imposible”, admite. Entre sus grupos de cabecera figuran The Doors o The Velvet Underground, pero también Iggy Pop. 

Y pese a todo, el fútbol sigue siendo el centro de su vida: además de comentar los partidos en televisión, acude a los cursos de UEFA y está a punto de obtener la licencia de entrenador profesional. "Sigo formándome: ya tengo el carnet de entrenador A, a nivel UEFA, y sigo aprendiendo cada día, preparado para cualquier oportunidad que pueda surgir".

El Barça

Entretanto, la televisión ocupa buena parte de su tiempo, “nunca pensé que me dedicaría a esto”, admite, “pero cuando acabé mi carrera surgió esa opción: el trato que se le da al profesional en Inglaterra es diferente al de España, las formas de trabajar también son diferentes. En España no me lo hubiera planteado, pero es algo que me aporta. No sé cuánto tiempo seguiré, no creo que sea algo para toda la vida, pero de momento me divierte”. 

Aunque su paso por el Barcelona fue efímero (una temporada, la 2002-03, en la que disputó 49 partidos oficiales y marcó seis goles), el recuerdo es dulce. “Mi paso por el Barcelona fue breve porque me tocó una etapa de cambios en el club, tanto a nivel deportivo como institucional. No tuve opciones de seguir porque llegué cedido por la Lazio y al final de temporada tuve que volver”, recuerda.

Empezó el año con Louis van Gaal y lo acabó con Radomir Antic. “Pero estuve a gusto, con compañeros a los que ya conocía y pude disfrutar de jugar en uno de los mejores clubs del mundo, para mí fue un orgullo”. 

Los Legends

Ahora pasea la camiseta del Barça como miembro del Legends, el equipo de veteranos del club y desde enero de 2014 es miembro de la Agrupació Barça Jugadors (ABJ). También ejerce como embajador de LaLiga.

Se mantiene en forma (inconfundible su pelo rubio, aunque ahora ya no tan largo como cuando era el ‘murciélago’, el ídolo de Mestalla) con el gimnasio y la bicicleta, y no tiene inconveniente en compartir su día a día en las redes sociales: no todos los jugadores son capaces de reciclarse para la ‘vida civil’ con la facilidad con la que lo ha hecho Mendieta.