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Historia SPORT

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Barça

Fútbol, memoria y amigos: Serrat y Gabilondo, unidos por una pasión

Una amena charla entre Joan Manuel Serrat e Iñaki Gabilondo cierra el festival Korner en un espacio incomparable, el Museo Chillida-Leku

Serrat y Gabilondo conversaron en Chillida-Leku

Serrat y Gabilondo conversaron en Chillida-Leku / Korner

Javier Giraldo

Javier Giraldo

San Sebastián

Fue un cierre inmejorable al festival Korner, que reúne cultura y fútbol en San Sebastián gracias al trabajo de la Fundación de la Real Sociedad: dos amigos de toda la vida, Joan Manuel Serrat e Iñaki Gabilondo, conversando sobre el fútbol y la vida en un espacio único, el Museo Chillida-Leku de Hernani.

Un apasionado barcelonista, Serrat; y un no menos apasionado seguidor de la Real, Gabilondo, se sentaron para compartir sus vivencias, recuerdos y opiniones futbolísticos. Coincidieron ambos en señalar que la pasión por sus equipos sigue intacta, a pesar de que algunos detalles del fútbol moderno no les acaben de convencer. 

“No creo que hablar de fútbol en este espacio tan mágico sea profanar nada”, abrió Gabilondo, “porque además Chillida fue portero de la Real Sociedad”. (Mikel Chillida, nieto del mítico escultor vasco, ejerció de anfitrión y de presentador de la charla).

“Yo amo el fútbol y amo a la Real Sociedad; pero podría decir que me gusta más la Real que el fútbol”, apuntó Gabilondo, socio del club donostiarra desde el día de su nacimiento. 

Serrat y Gabilondo demostraron tener una complicidad muy especial

Serrat y Gabilondo demostraron tener una complicidad muy especial / Korner

Los balones de la calle Margarit

Asentía Serrat. “Yo nací con el fútbol, era el deporte que estaba en la calle esperándome cuando era un niño: jugábamos en las calles del Poble Sec y recuerdo que nos íbamos a la calle Margarit, a la tapia del estadio del Poble Sec para recoger los balones y que nos dejasen entrar gratis al campo”. 

Mientras Gabilondo recordaba “el olor a fruta” del mercado que estaba junto al viejo estadio de Atocha, Serrat confesó que sus primeras visitas a un campo de Primera división fueron a Sarrià.

“El señor Arévalo era el dueño del colmado del barrio y me llevaba al campo del Espanyol: recuerdo que íbamos en taxi, pagado entre varias personas, y me compraba alguna cuchería y luego, un pasquín que se llamaba ‘Goles’. Eso sí, nunca logró que me hiciera del Espanyol”. 

Serrat y Gabilondo, en Chillida-Leku

Serrat y Gabilondo, en Chillida-Leku / Korner

Una Liga inesperada y un gol inolvidable

Con el paso de los años, el fútbol ha ido vertebrando la memoria y la amistad entre Serrat y Gabilondo: el periodista contó cómo en 1981, siendo jefe de informativos de TVE, pidió que se preparase un reportaje especial en caso de que la Liga la ganase su equipo, la Real Sociedad, como así fue. “Porque era noticiable… y porque yo era el jefe”, contó entre risas, recordando la extraña mirada de sus compañeros de Deportes en aquel momento.

Serrat, por su parte, se emocionó al recordar cómo celebró el gol de cabeza de Messi en la final de la Champions de 2009. “Cómo se elevó en el aire, cómo remató, y cómo superó a Van der Sar… lo viví desde uno de los fondos del estadio y creo que es uno de los goles que más he celebrado en mi vida”. 

La camiseta de Kubala

Otro día imborrable en la memoria de Serrat fue el día que su madre le regaló una camiseta del Barça. “Yo tenía once años, y mi madre había cosido el dorsal ‘8’, que era el de Kubala”. 

Gabilondo recordó que el fútbol “es uno de los pocos elementos transversales” que unen al mundo. “En Donosti, en años muy amargos, el estadio era el único espacio en el que podían convivir gentes de todas las ideologías”. 

Eso sí, en su propia familia, admitió Gabilondo, tiene un dilema. “Resulta que una de mis nietas se ha hecho del Real Madrid, para disgusto de su padre: ella me pide que la lleve al Bernabéu pero su padre me pide que no lo haga, ¡así que menudo debate familiar!”, bromeó.

Serrat, que demostró su barcelonismo recordando que también estaba pendiente de la final de la Copa de la Reina que jugaba el Barça, celebró la incorporación de la mujer al fútbol y remarcó que a pesar del VAR y de algunos movimientos económicos del fútbol que no le gustan, “no hay nada que me destruya la pasión por este deporte y por el Barça”.