Francesc Mitjans, el innovador arquitecto del Estadi

Una obra como el Camp Nou necesitaba un arquitecto especial. Miró-Sans no dudó en elegir a su primo Mitjans

Francesc Miró-Sans lo tuvo claro desde el momento en que los socios le dieron la responsabilidad de acometer la construcción del Camp Nou; el arquitecto de la gigantesca obra no podía ser otro que su primo Francesc Mitjans i Miró.

A mediados de 1954 el presidente blaugrana le convocó a una cena junto a varios de los directivos de la entidad. Y le dijo: "me gustaría que seas tu quien construyas el nuevo estadio del Barça porque quiero que sea el mejor del mundo". Mitjans, al que no le gustaba el fútbol, dudó en aceptar la proposición pero, finalmente, dio su conformidad. A sus 45 años tenía tras de sí un amplio currículum que le había convertido en uno de los arquitectos claves en la transformación urbanística de la Barcelona de la postguerra. Se había labrado un sólido prestigio con sus edificios que combinaban vanguardismo y solidez.

Nacido en 1909 en una familia de la alta burguesía barcelonesa, sus padres murieron de tuberculosis siendo muy pequeño y se crió con sus abuelos. Comenzó sus estudios de arquitectura a principios de la década de los treinta pero tuvo que interrumplrlos por culpa de la guerra civil. Aunque ya, todavía estudiantes realizó diversos proyectos en las que demostraba ya su capacidad, como la 'casa barco', de Sitges. Tras concluir los estudios, comenzó muy pronto a demostrar que era un arquitecto fuera de lo común.

Su primera gran obra fue un edificio de viviendas en la calle Amigó 76, que causó un auténtico impacto. Rompió el concepto habitual de las casas del Eixample. Retrocedió el bloque unos metros para que tuviera jardín de entrada, estaba cercado por un parking y los pisos tenían gran amplitud, con separación entre las zonas de dormitorios y servicio y estaban dotados con un gran salón y terraza. Las fachadas principal y posterior era muy diferentes y eliminó los habituales patios interiores. Muchos vieron en él la concreción del postracionalismo catalán incorporado a la arquitectura ciudadana.

Por cierto que Mitjans se estableció en uno de los pisos y también su primo MIró-Sans que quedó prendado del edificio. El arquitecto habitó allí hasta su fallecimiento en el 2006, a los 97 años.

A partir de ahí fueron innumerables los proyectos realizados por MItjans y su despacho de arquitectos. Y de todo tipo, desde la Clínica Soler-Roig y el RC Nàutic a casas de veraneo en la costa catalana, pasando por edificaciones urbanas de viviendas y torres de la clase alta barcelonesa. Cabe destacar, las casas de Vía Augusta-Santaló, los edificios y gasolinera de la empresa Seida (Avinguda Sarrià), las viviendas CYT, el conjunto de Travessera de les Corts-Numància, el de la calle Escorial, tres edificios de Telefónica, Roma-2000, los del Consorcio de la Zona franca, los edificios de oficinas Monitor, Kursaal, Harry Walker y Sant Elíes, la casa Puerta de Hierro de Madrid, las ampliaciones del Camp Nou, tres torres en la Avinguda de Pedralbes, las restauraciones del Palau Moja, el edificio Sagnier de La Caixa o del Salón de los Cónsules. En buena parte de ellos trabajó en equipo con otros arquitectos, entre ellos su hijo Juan Pablo.

Aunque quizás su obra urbana más emblemática es el rascacielos del Banc Atlàntic (ahora Banc Sabadell) en Diagonal-Balmes, edificado a mediados de los sesenta. Su última obra fueron tres torres del conjunto de la Vila Olímpica.

Centrándonos en el Camp Nou, cabe señalar que Mitjans vio muy pronto lo que debía ser el nuevo recinto blaugrana. "Debe ser reconocido por su atrevimiento, por las soluciones escogidas para dar un tratamiento único al volumen y por las características de la zona de tribuna con una cubierta de cuarenta metros de largo suspendida en el aire. No se puede renunciar a la forma helicoidal de las gradas porque es a forma de dotar todas las localidades de buena visibilidad". El arquitecto catalán también tenía claro que había que dotar al estadio de grandes espacios alrededor. Por ello se adquirieron más terrenos alrededor. Quería, en definitiva, un recinto espectacular pero cómodo para los socios.

La idea de Mitjans era que la construcción del Camp Nou tuviera dos fases. En la inicial, se lograría una capacidad para 90.000 y en la segunda, con una tercera gradería alrededor del campo, 150.000. Sólo se cumplió a medias ya que en la ampliación del Mundial'82 se llegó a 120.000. El aforo actual, tras pasar a ser todas las plazas de asiento, no llega a 100.000. Mitjans participó en todas las remodelaciones.

Contra viento y marea y mediatizados por el coste de las obras, Mitjans y su equipo trabajaron denodadamente más de tres años en la construcción del Camp Nou y vieron culminada su obra el 24 de septiembre de 1957.

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