Flick se mete en un problema

Fue una de las sorpresas de la noche porque su presencia en el once titular ante el Benfica rompía la especie de equilibrio implícito en la portería. Hasta Lisboa, no existía ningún tipo de duda sobre la titularidad del alicantino tras la lesión de Ter Stegen. Szcesny, por su parte, debía conformarse con la Copa del Rey y, en ese sentido, la Supercopa de España fue una especie de regalo inesperado provocado por el hecho de haber llegado Peña dos minutos tarde a la reunión del equipo previa a las semifinales ante el Athletic.

El debate con Iñaki Peña es puro humo

La Champions, hasta ahora, había sido para el canterano, pero Flick reconocía en Arabia Saudita, tras ganar a los vascos, que "la situación ha cambiado en la portería". No llegó a concretar exactamente qué había cambiado, más allá de elogiar a ambos porteros. La única realidad inconstestables son las decisiones que el alemán toma en cada partido y la de dejar en el banquillo a Iñaki Peña ante el Benfica la conoció cuando el técnico la dio a conocer a toda la plantilla. No le dio ninguna explicación ni tampoco el meta la pidió.

Lógicamente, fue una decepción para Iñaki Peña, que ha demostrado con muy buenas actuaciones estar preparado para grandes retos que van más allá de ser el suplente de Ter Stegen. Aceptó con deportividad la suplencia, aunque no pudo evitar el desencanto, por decirlo de forma suave. Flick, con este cambio de paradigma, deja el debate bajo palos más abierto que nunca, sobre todo porque la actuación de Szczesny estuvo a punto de costarle muy cara al Barça.

En el vestuario hubo quien, como Iñaki, no entendió el cambio y se preguntaba la razón de una decisión, en el fondo, arriesgada porque hasta la fecha Hansi le había dado toda su confianza al canterano, convirtiéndole en el portero titular sin discusión. Así se lo dijo de forma privada en más de una ocasión y así se lo hizo saber también de forma pública en rueda de prensa.

El club confía en Iñaki Peña

Por parte del club no hay ninguna duda con Iñaki Peña. Por lo menos eso es lo que también se ha trasladado desde la dirección deportiva al entorno del portero: "Queremos que siga aquí diez años", le han expresado en más de una ocasión. Tiene contrato hasta 2026 tras renovar en mayo de 2023. Su cláusula de rescisión es de 400 millones de euros y el jugador también está dispuesto a seguir en el Barça muchos años más, aunque ofertas para dejar el club tiene muchas. Son varios los clubs de Primera que se han interesado por él en los últimos meses y tras demostrar Iñaki que está listo para retos mayores que calentar banquillo.

La titularidad de Szczesny, acompañada de un partido muy malo del polaco que solo pudo evitar el desastre total con la parada a Di María, supone una extraña decisión de Flick ante la que deberá tener ahora mucha mano izquierda para mantener el equilibrio emocional del vestuario. La presencia de 'Tek' en Lisboa fue algo así como crear un problema donde no lo había. De hecho, ya se empezaron a ver las costuras del polaco ante el Real Madrid, cuando no midió bien ante Mbappé y fue expulsado. Demasiados errores que, tarde o temprano, pueden pagarse muy caros.