Flick también exige a los lesionados

No es ningún secreto; Hansi Flick es un entrenador muy exigente. Consigo mismo y también con los demás. Desde que asumió el cargo de entrenador del Barça, el teutón se ha encontrado con un importante número de jugadores lesionados. Como es lógico, Hansi se centra en el día a día en aquellos pupilos que sí están disponibles, pero sin dejar de mirar de reojo a quienes se recuperan de una lesión.

Kompany, otro alumno aventajado de Guardiola

Flick es un apasionado de su trabajo, por eso se entrega a nivel de hábitos y motivación. Después, alcanzará o no el éxito, pero eso ya es una cuestión que va más allá de lo actitudinal. Con sus jugadores lesionados, el técnico espera lo mismo. En ellos quiere ver un compromiso máximo y un deseo de regresar a la dinámica de grupo lo antes posible. Eso no significa que pretenda forzarles lo más mínimo, pero sí quiere ver en ellos la sensación de incomodidad por no poder estar jugando.

En la mayoría de casos, el preparador alemán ha sentido el ansia -en el buen sentido de la palabra- por reaparecer en sus jugadores lesionados. Ha habido incluso a quien los preparadores y recuperadores han tendio que frenar. Flick respeta al mil por cien a su 'staff' y no se mete en cuestiones de plazos.

Hansi ha pedido un 'extra' en alguna ocasión

Sin embargo, en sus primeros meses como entrenador del Barça también se ha producido alguna situación menos romántica. Y ahí, Hansi no ha tenido ningún problema en expresar una crítica constructiva. En el caso de algún jugador, el teutón le ha transmitido de forma privada que no dudaba de su implicación pero que quizá podía hacer algo más para que su compromiso quedara todavía más claro. Directo en sus mensajes, Flick dejó caer una pregunta muy similar a: "¿A ti te gusta el fútbol y lo que más quieres es estar jugando con tus compañeros, no?". Dicha pregunta, más bien retórica, solo pretendía pedir un extra a alguno de sus pupilos. Hansi no tiene prisa por recuperar a sus jugadores, pero considera positivo que sus hombres sí la exhiban por reaparecer. Ya será él quien les frene. Si no palpa dicha sensación, lo hace saber.

Como es lógio, cada jugador es un mundo y cada uno tiene su propio umbral de dolor. Hay quien afronta su recuperación de forma más irracional, pensando solo en las ganas de competir de nuevo, y hay quien, de forma más racional, le gusta estar seguro de que cuando vuelva podrá hacerlo ya al cien por cien físicamente y pudiendo ofrecer su mejor versión. Y eso, a veces, puede requerir alguna conversación para aclarar la situación.