Flick cumple lo que prometió en la cumbre de Londres

Resulta más sencillo mantener un discurso elegante cuando todo va viento en popa. Cuesta más, en cambio, no caer en la tentación de buscar elementos externos para justificarse cuando los resultados no acompañan. Hasta ahora, todo era de color rosa para Hansi Flick. El brutal arranque de temporada convertía cada aparición pública suya en un baño y masaje. Los tropiezos ante Real Sociedad y Celta, no obstante, han revertido la dinámica. Pero no han modificado un ápice el discurso del teutón.

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Tras perder en San Sebastián, Flick pudo centrar su discurso en el garrafal error del VAR al anular un gol legal de Lewandowski. A fin de cuentas, es evidente que todo habría cambiado si el 0-1 hubiera subido al marcador. Hansi, en cambio, no tuvo reparos en admitir que la Real Sociedad fue mejor y mereció ganar. Internamente, más de lo mismo: el entrenador sí comentó que le parecía grave el error arbitral pero prefirió centrarse en lo espeso que había estado su elenco. No quiso que sus jugadores se agarraran al tanto anulado como explicación de la derrota.

Este sábado, en Vigo, ni siquiera quiso reducir el empate a unos fatídicos cinco últimos minutos de encuentro. "No hemos estado bien en todo el partido", declaró para mostrar su descontento con la imagen de su equipo. Hansi evitó poner el foco en la roja a Casadó o en el regalo de Kounde en el 1-2.

No solo eso, sino que tampoco quiso caer en el recurso fácil de referirse a la ausencia de Lamine o al poco fondo de armario que hay en algunas posiciones. Flick se resiste a poner excusas porque sabe que es el espejo de los jugadores y porque, además, esa fue su promesa cuando se cerró su fichaje por el Barça en primavera.

Sin mirar a otros clubes

En aquella cumbre adelantada por SPORT en la que Deco, Bojan, Hansi Flick y Pini Zahavi, agente del técnico, se citaron en Londres, una de las cosas que el Barça le pidió al teutón era la de no poner excusas. A Hansi se le trasladó que si cogía el equipo era para intentar sacar el máximo rendimiento con lo que había y sin exigencias. Se le pidió que se centrara únicamente en controlar todo aquello que podía, sin compararse con otros grandes clubes de Europa en mejor posición económica o de plantilla.

Motivado e ilusionado por asumir las riendas del Barça, Flick se comprometió a no poner excusas en el día a día. Hasta la fecha, el entrenador viene cumpliendo con su palabra. "Hansi es un técnico que no pone excusas", ha declarado Joan Laporta un par de veces. Solo estamos en noviembre y habrá que ver si Flick mantiene su línea pero, por ahora, está manteniendo su palabra.