La fiesta fue total

'La Lliga és nostra. El futur també’ (La Liga es nuestra. El futuro también), el eslogan elegido en las camisetas del Barça masculino para celebrar el vigesimoséptimo título liguero de la historia, es toda una declaración de intenciones. El equipo de Xavi Hernández ha llegado, tras superar una larga travesía del desierto, para quedarse. El principio de un ciclo a buen seguro victorioso se celebró como es debido, con una rúa por las calles de Barcelona. El equipo femenino se apuntó merecidísamamente a la fiesta tras conquistar recientemente su cuarta Liga F consecutiva. ‘Juguem juntes, guanyem juntes’ (Jugamos juntas, ganamos juntas), es el lema que les define. La unión de un grupo exitoso y ya consolidado que va a por su segunda Champions.

A las 18.14 horas de la tarde, los dos autobuses salieron del Spotify Camp Nou con destino al Arco de Triunfo, la mejor metáfora posible. Un tercero, el de Estrella Damm, les antecedió. Joan Laporta, junto al vicepresidente primero, Rafa Yuste, despidió, con reverencia incluida, a una comitiva que tardó tres horas largas en recorrer los 6,8 kilómetros de camino. Aficionados en las calles, pero también en los balcones a lo largo de todo el recorrido, incluso en las marquesinas. Una auténtica locura.     

Doble reconocimiento

Se lo merecen estos dos equipos, y sobre todo, se lo merece el barcelonismo tras muchos sinsabores y unos últimos meses de ataques constantes. Quien pensara que iba a desestabilizar el sentimiento culé, estaba muy equivocado. Ayer quedó muy claro, clarísimo. Fue el momento para festejar, para interactuar con unos jugadores y unas jugadoras en las que hay muchos sueños depositados. Y algunos ya se están cumpliendo.

Xavi Hernández fue uno de los más coreados por la gente. El técnico azulgrana lo vivió con intensidad y una enorme alegría tras meses de trabajo, a menudo ingrato, y noches en vela en la eterna búsqueda de la excelencia. Cuatro años después, el Barça volvió a ganar la Liga y quizás será con el paso del tiempo que nos daremos cuenta de la magnitud de la hazaña, de sacarle 14 puntos al Real Madrid para conquistar el campeonato que premia la regularidad con cuatro semanas de antelación. 

La afición lo supo reconocer, incluso, tiraron flores al técnico y a los futbolistas, que las devolvieron con una amplia sonrisa, así como recogieron móviles para hacerse selfies de incalculable valor o firmar las camisetas que hicieran falta.

Las chicas también se lo pasaron en grande. La rúa conjunta es una fenomenal iniciativa, el Barça femenino ha ido creciendo y creciendo hasta límites insospechados. Y lo que les queda. Alexia no paró de sonreír, de cantar, de llevar la iniciativa. “Solo hay una reina, Alexia Putellas”, le cantaron. La capitana ha regresado a tiempo para levantar el próximo 3 de junio en Eindhoven la segunda Champions.

Ni siquiera la lluvia, que amenazó en los primeros compases, consiguió aguar la fiesta y se reunieron 76.000 personas, según las cifras oficiales, de un lunes laborable. Había ganas de volver a festejar, aplaudir, cantar. Había ganas de demostrar que el barcelonismo está más vivo que nunca.