Luis Enrique ha pedido trabajar con un máximo de 23 jugadores

La fiesta del Barça aún no ha acabado

El gran reto de la dirección deportiva del FC Barcelona es tener cerrada la plantilla del primer equipo antes del torneo Joan Gamper que se disputa el próximo 18 de agosto

La plantilla del FC Barcelona no está cerrada

La plantilla del FC Barcelona no está cerrada / sport

Javier Miguel

La presentación ayer del central belga del Arsenal, Thomas Vermaelen, podría dar a entender que el Barcelona ha cerrado el capítulo de fichajes. Sin embargo nada más lejos de la realidad. La dirección deportiva del club sigue trabajando para incorporar un jugador más y para dar de baja a dos o tres jugadores de la actual plantilla. Ayer mismo se confirmó la marcha del holandés Ibrahim Afellay al Olympiacos griego, por lo que el Barcelona soluciona una de los descartes de Luis Enrique. El otro es el camerunés Alex Song, que podría acabar recalando en el Milan.

Estos dos nombres estaban ya en boca de todos desde que Luis Enrique empezó a dejarles sistemáticamente fuera de la convocatoria de los partidos amistosos de la pretemporada. Pero aún habrá alguna salida más, o al menos ese es el deseo velado de la secretaría técnica. Aquí es donde vuelve a aparecer con fuerza el nombre del lateral brasileño, Dani Alves, un jugador que no cuenta con la confianza plena del nuevo cuerpo técnico. El problema del internacional es que su alta ficha –alrededor de 6 millones de euros limpios anuales- junto al hecho de que el año queda libre al finalizar contrato le convierten en una pieza de muy difícil encaje en el mercado.

En cualquier caso, lo que está claro es que la dirección deportiva considera que aún no ha acabado de cerrar la plantilla y promete aún alguna sorpresa. El nombre del colombiano Juan Guillermo Cuadrado vuelve a estar en el candelero, sobre todo tras los problemas del Manchester United de incorporarlo a sus filas. Este paso atrás deja al jugador de la Fiorentina con el Barcelona como única salida del mercado. El precio final giraría entre los 35 millones de euros. O al menos ese es el listón que se han marcado desde la secretaría técnica.

El gran reto de la dirección deportiva sería dar por cerrada la plantilla – tanto en el capítulo de altas como en el de bajas- antes del torneo Joan Gamper que se disputará el próximo lunes 18 de agosto. Así, Luis Enrique aún tendría casi una semana por delante para trabajar al completo con su nueva plantilla de cara al debut en la Liga el domingo 24 ante el Elche en el Camp Nou. Sin embargo, desde la secretaría técnica se considera casi imposible cumplir con este objetivo por la idiosincrasia especial con la que se está moviendo el mercado este verano que aconseja la prudencia y la serenidad en las negociaciones. De ahí que la máxima que hasta el 31 de agosto no se cierra el mercado se mantiene en plena vigencia.

Está claro que la llegada de Cuadrado u otro lateral obligaría a mover piezas en la plantilla, ya que Luis Enrique quiere trabajar con un número limitado de jugadores en su proyecto, un máximo de 23. Actualmente con la incorporación de Vermaelen y el adiós de Afellay, los efectivos de la plantilla alcanzará el número de 24 jugadores, una cifra del todo inadmisible en la dinámica de trabajo del asturiano. Así pues, si además se incorpora el colombiano, podría meterse de lleno en 25 jugadores, copando el número máximo de fichas del primer equipo. De ahí la necesidad perentoria de dar salida a algunos jugadores.

Tal como está actualmente diseñado el vestuario,  si Song también abandona el club, la plantilla se reduciría hasta los 23. Y una posible marcha de Alves acabaría marcando la cifra en 22, por lo que la llegada de Cuadrado ‘cuadraría’ –permítanme este juego de palabras- el círculo con 23 miembros. Las matemáticas nunca fallan, pero los deseos e ilusiones a veces sí.