Dembélé: un fichaje millonario marcado por las lesiones

El Barcelona pierde a Dembélé para medio año

El Barcelona pierde a Dembélé para medio año / PERFORM

David Salinas

David Salinas

Las lesiones están marcando la etapa de Ousmane Dembélé con la camiseta del FC Barcelona. El delantero francés llegó para aportar profundidad, uno contra uno, asistencias y goles. Sin embargo, hasta el momento, solo ha podido demostrar su talento en cuentagotas por estar más tiempo en la enfermería que sobre el terreno de juego. Ahora le esperan seis meses en el dique seco...

En su primera temporada (2017-18) se perdió 27 de los 59 partidos oficiales por lesión. En la segunda (2018-19) fueron 13 de 60 y en la presente (2019-20) ya son 21 de 33, pero podrían ser 43 de 55 (si el Barça llegara a la final de la Champions League).

En total, Dembélé podría perderse 83 partidos por lesión de 174 posibles (casi la mitad, concretamente el 47,7%). Además, ha dejado de jugar otros 13 partidos por distintos motivos, dos de ellos por sanción tras ser expulsado esta temporada contra el Sevilla (6 de octubre de 2019) en el Camp Nou.

Fue incorporación récord

Fichado del Borussia Dortmund en el verano de 2017 por 105 millones de euros más variables (un máximo del 40% del importe fijo, que podrían ser otros 42 millones), Dembélé se comprometió por cinco temporadas, hasta la 2021-22. En ese momento fue el fichaje más caro del FC Barcelona, superado en enero de 2018 por el brasileño Philippe Coutinho (120 millones más 40 en variables).

Después de tan importante desembolso, se esperaba un mejor rendimiento del que ha ofrecido hasta ahora: 74 partidos, 19 goles, 17 asistencias y 4.125 minutos. Su concurso ha ayudado a ganar dos Ligas, una Copa y una Supercopa de España. De todas formas, se esperaba mucho más de él y sus números.

La desgracia de Dembélé empezó el 16 de septiembre de 2017, en un Getafe-Barça de Liga. Sufrió rotura del tendón del bíceps femoral del muslo izquierdo y, como ahora, tuvo que viajar a Finlandia para ser intervenido. Desde entonces, con mayor o menor intensidad, sigue el calvario del francés.