Fernández Cantero, un azulgrana que triunfó en Granada

El paraguayo Pedro Fernández Cantero durante su etapa azulgrana

El paraguayo Pedro Fernández Cantero durante su etapa azulgrana / sport

David Salinas

David Salinas

En la década de los setenta, Granada era una plaza de alto riesgo para el FC Barcelona. Campo pequeño e incómodo, público pasional y entregado y jugadores que imponían un enorme respeto por su contundencia. Entre ellos, el paraguayo Pedro Fernández Cantero, a quien el Barça le abrió las puertas del fútbol español en el verano de 1967 con 21 años.

Fernández recaló en el Camp Nou de la mano del intermediario Arturo Boghossian, de origen armenio. Junto a él también llegaron Catalino Samaniego y Benicio Luis Aranda. Nacido en Concepción el 29 de abril de 1946, Fernández despuntó en el Cerro Porteño como interior de técnica y toque.

Pero en el Barça, el entrenador que tuvo, Salvador Artigas, le pidió un fútbol más defensivo. Sin poder jugar por su condición de oriundo, se pasó la temporada 1967-68 en blanco (solo jugó 10 amistosos) y debutó en la siguiente, 1968-69 en un partido de Recopa contra el Lugano con victoria (0-1).

Artigas lo hizo jugar casi siempre lejos del Camp Nou, como cuarto defensa y muro de contención para frenar a la estrella rival. Ante la afición culé solo actuó en tres encuentros (uno completo). “Mi rendimiento era distinto fuera y la forma de jugar, también”, recuerda. Le quedó esa espina: no poder mostrarse ante  la hinchada azulgrana…

Rumbo al sur

La temporada 1969-70, con Artigas en el banquillo, tuvo claro que para seguir progresando tenía que salir del Camp Nou. Ofertas no le faltaron. Varios equipos llamaron a su puerta, entre ellos en Lugano de Suiza, contra el que había debutado, pero le atrajo más la llamada del presidente del Granada, Cándido Gómez.

Además, formó parte en la operación de traspaso del gaditano Ramoní al Barça. Y allí vivió su mejor etapa. Nueve temporadas en el equipo de Los Cármenes, donde Fernández se convirtió en ídolo a base de pundonor y exhibir un fútbol tan pasional y comprometido que, en ocasiones, sobrepasaba el límite del Reglamento.

El paraguayo recaló en la entidad andaluza con la difícil papeleta de hacer olvidar a Barrachina, traspasado al Valencia. Y lo consiguió. “Tuve paciencia y confiaron en mí”, recuerda, para agregar que “también tuve que adaptarme rápido porque en España el fútbol era de más contacto, de más fuerza y menos técnica”.

Con el tiempo, y cuando jugó con el argentino Aguirre Suárez y el uruguayo Montero Castillo, se ganó la fama de jugador duro. “Era mi misión, frenar a los delanteros del equipo rival”. En cada equipo había jugadores avasalladores que imponían su ley y el Granada tenía a Fernández Cantero.

En el libro ‘Devocionario Rojiblanco’, de Ramón Ramos, el que fuera su entrenador, Manolo Ibáñez, definió así a Fernández: “Pesa 84 kilos y cuando se arranca parece que se te viniera encima un miura”. La popularidad de Fernández llegó incluso a calar entre la población reclusa de la cárcel granadina, entonces pegada al viejo estadio de Los Cármenes y con visión al terreno de juego. “Me llamaban ‘primo’.  Que si ‘primo’ por aquí, ‘primo’ por allí…”, recuerda el guaraní.

Tuvo la desgracia de lesionar a Amancio, figura del Real Madrid, en junio de 1974. Le cayeron 15 partidos de sanción, hecho que causó gran revuelo en el fútbol español y que casi le costó la salida del club andaluz. “Siempre sale esta acción desgraciada, pero nunca jugué con mala intención… Lo que no se recuerda es el mérito que tuvo el equipo esos años, pero así es el fútbol”, asegura.

Fernández volvió a levantarse pero su nombre entró en una especie de leyenda negra de la que ya no escapó. La temporada 1975-76 el Granada descendió a Segunda y, fiel a sus colores, el paraguayo siguió al pie del cañón, retirándose en la división de plata dos años después (1977-78) con 224 partidos oficiales y 19.237 minutos a sus espaldas. Fue expulsado en cinco ocasiones (Sabadell, Valencia, Espanyol, Atlético Madrid y Lleida). 

Cruyff y Messi

El delantero que le dio más trabajo fue Johan Cruyff porque “era un jugador diferente, muy inteligente, con muchos recursos”. Y de Messi asegura que “está tocado con un don especial y, lo que más sorprende, es la regularidad con la que se mantiene en lo más alto”. Del partido de esta noche asegura que hinchará por “mi Granada, un club al que llevo y llevaré siempre en el corazón”.

De todas formas, no olvida su etapa azulgrana: “El Barça me dio la oportunidad de jugar en Europa, apostaron por mi cuando era un crío. Y eso, por mucho que pase el tiempo, tampoco se olvida”. Fernández, de paso fugaz por el Barça en una época complicada, reside actualmente en Granada y es el Presidente de Honor de la Asociación de Veteranos del Granada CF. Además, sigue siendo el jugador que ha defendido la camiseta del conjunto nazarí en más partidos (170) en la División de Honor.

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