Fermín López, talento en estado puro

Fermín López, con la camiseta azulgrana

Fermín López, con la camiseta azulgrana / sport

Desde hace unos años, los responsables del fútbol formativo del FC Barcelona tienen los ojos puestos en el fútbol andaluz. De allí han llegado al club jóvenes promesas que perfeccionaban el talento que se desarrolla en La Masia. Jugadores como Ansu Fati (ex Sevilla), Pablo Moreno (ex Ciudad de Granada) o Cristo Muñoz (ex Málaga) son algunos de los ejemplos. En referencia a estos casos, hace dos temporadas hubo un fichaje que fue muy celebrado en el club. Se trataba de Fermín López, un jugador que llegaba procedente del Betis. Los entrenadores que lo habían seguido decían de él que era un chico con una calidad que solo poseen los elegidos y que tenía que llegar al club lo antes posible para mimar su juego con el ADN Barça.

A pesar de su estatura (1,49 cm), Fermín es un jugador que no se arruga ante nadie. Lucha todos los balones, tiene un carácter competitivo brutal y tiene el don de aparecer en las grandes citas y marcar en finales o clásicos contra el Real Madrid. La temporada pasada empezó de extremo, pero allí sufría ante rivales grandes. Fue entonces cuando su entrenador Carles Martínez le colocó de mediapunta, posición que en el Barça no es muy utilizada, y allí fue cuando rindió a un gran nivel aportando goles y un último pase demoledor para la defensa rival. El camino de Fermín hasta el Barça empezó cuando tenía siete años en la escuela de fútbol del Campillo, su pueblo. Allí ya prometía y al siguiente año ya lo fichó el Recreativo de Huelva. Esa fue la primera vez que se enfrentó al conjunto azulgrana, en una semifinal del Torneo Internacional Ricardo Godoi, en Portugal. Al siguiente año el Betis lo reclutó en sus filas. Seguidor del club verdiblanco desde pequeño, Fermín iba cumpliendo sueños. Allí estuvo cuatro años y desde el principio los ojeadores azulgranas estaban muy atentos a su desarrollo.

Todo seguidor de fútbol base sabe que en LaLiga Promises es donde se pueden ver a los mejores talentos alevines de Europa. Fermín era uno de los grandes reclamos para clubs y representantes pero una inesperada varicela le dejó KO y no lo pudo jugar. Su paso al fútbol 11 fue complicado, aunque la calidad que atesoraba le hacía resaltar en el terreno de juego. Todos los clubs de España lo querían pero el gran proyecto del Barça y la calidad de vida que hay en La Masia decantaron la balanza. En su primera temporada en el club, Fermín empezó de menos a más y terminó siendo uno de los jugadores más importantes del equipo que consiguió todos los títulos posibles.

Los que conocen a Fermín hablan de él como un chico muy humilde, con los pies en el suelo y muy familiar. Su padre se recorre a menudo los más de 1.000 km (casi 10 horas de coche), que separan El Campillo de Barcelona, ya sea solo, o acompañado del resto de la familia. Juan Antonio, su hermano, y su tía Rocío, son dos de los que más presumen de él en las redes sociales. Por su parte, Gonzalo Balbi, uno de sus representantes, ejerce de ‘hermano mayor’ en Barcelona para que Fermín tenga todas las comodidades para que pueda triunfar en el mundo del fútbol. Apunten su nombre