Falleció Josep Subietas

Josep Subietas, el día que cantó a capella 'Els Segadors' en el Palau Blaugrana

Josep Subietas, el día que cantó a capella 'Els Segadors' en el Palau Blaugrana / FAMILIA SUBIETAS

David Salinas

David Salinas

El pasado miércoles falleció en Tarragona Josep Subietas Pont a los 87 años de edad víctima del coronavirus. Pep Subietas, nacido en Barcelona el 24 de abril de 1933, ganó popularidad el domingo 6 de febrero de 1977, cuando saltó al césped del Camp Nou para agredir al árbitro Melero Guaza, que había concedido un gol con la mano del Boquerón Esteban, entonces jugador del Málaga.

Subietas, sin embargo, fue mucho más que esa injustificable acción fruto de la indignación y de su carácter tan noble como visceral. Al día siguiente se presentó voluntariamente en comisaría, donde pasó la noche y fue puesto en libertad al día siguiente. El Barça lo suspendió como socio por dos meses, pero le dio un pase de libre circulación por el Camp Nou.

Días antes, en un Barça-Madrid de baloncesto, en la media parte, salió al Palau Blaugrana -con autorización de la directiva presidida por Agustí Montal- y, con su carraca gigante, que había diseñado él mismo, cantó Els Segadors a capella desde el centro de la pista. El himno nacional de Catalunya estaba prohibido y los que vivieron ese histórico episodio, todavía hoy, se emocionan al recordarlo. 

Subietas se desvivió por el Barça Catalunya y su pasión llegó a extremos insospechados, como llamar al programa Encarna de Noche de Radio Miramar para promocionar un autocar que fletaba para el Beveren-Barça de semifinales de la Recopa 1978-79. Subietas no solo completó las 12 plazas que le faltaban para llenar, sino que tuvo que organizar un segundo coche. Tras  hablar con Encarnación Sánchez su teléfono no le dio tregua, hasta el punto que tuvo que descolgarlo a las cuatro de la madrugada para poder acostarse. 

Entre 1978 y 1994 regentó el bar El Racó d’Horta (calle Feliu i Codina 24-26), ahora a cargo de su segundo hijo, Txema. Una vez jubilado fijó su residencia en La Secuita (Tarragona). En 1993, en el bar, junto a unos amigos, fundó la Penya Blaugrana de Horta

Cuenta la leyenda que llegó a cocinar una paella en el Gol Sur y que después de aquella pancarta dirigida a Núñez -“Maria Lluïsa, porta’l al cine”- quiso colgar una en la estatua de Colón que rezaba: “No el portis al cine, porta’l a cagar”.