Extraordinario partido físico y táctico de Arturo Vidal

Sin que sirva de precedente, Ernesto Valverde confeccionó su once titular en función del rival, el Betis. ¿Renunció al ADN Barça? Ante un equipo que te pintó la cara en el Camp Nou (3-4), la lección estaba aprendida y de ahí que el técnico azulgrana estuviera seguro que dominando el centro del campo, se hacía con la manija del partido y, de esa forma, maniataba la creatividad del Betis. Y por eso, porque quería ser el amo y señor de la zona ancha, creyó imprescindible contar con Arturo Vidal. Y acertó.

Sin Dembélé, lesionado, lo previsible era que Coutinho ocupara su plaza en el Benito Villamarín. Sin embargo, estábamos equivocados. El elegido fue el chileno, que se situó a la izquierda de la medular azulgrana con una misión muy clara y, además, doble: tapar las subidas del lateral Mandi e impedir que Sergio Canales se sintiera cómodo.

Su zona de influencia fue tan amplia que tenemos que reconocerle a Arturo Vidal una excelente condición física y una disciplina táctica encomiable, porque no solo se atrevió a 'comerse' a los que pasaban por su banda, también ayudó en tareas defensivas y de recuperación por el centro y por la derecha. Su agresividad y capacidad intimidatoria fue un plus para el Barça.

Solidario en el esfuerzo

El número 22 azulgrana también brilló en acciones individuales, donde demostró que no está, desde luego, exento de calidad técnica. A los 23 minutos realizó un preciso cambio de juego de más de treinta metros a los pies de Sergi Roberto y seguramente su acción más brillante la protagonizó a los 39 minutos. Controlado el balón, vio el desmarque de ruptura de Leo Messi que inició una jugada en la que Luis Suárez erró un gol.

Arturo Vidal se sintió muy cómodo, como Pedro por su casa. No se le acabaron las pilas ni después de haber recorrido ¡más de 12 kilómetros! Su gran esfuerzo físico fue fundamental para que el Barça dominara al Betis y estuvo muy cerca de conseguir el cuarto gol del Barça. A los 82 minutos disparó con fuerza desde fuera del área obligando a Pau López a enviar a saque de esquina después de una gran intervención.

La apuesta de Valverde le salió a pedir de boca.