La exhibición de los ‘cachorros’ de Koeman marca el camino

24 de noviembre de 2020. Tres días antes, el equipo había perdido ante el Atlético de Madrid en el Wanda. Derrota dolorosa. Con una agenda cargadísima de partidos, Ronald Koeman decidía que ni viajaran a Kíev dos de sus pilares: Frenkie de Jong y Leo Messi. A pesar de no tener sellada la primera plaza (que a la postre dejó escapar con un sonrojante 0-3 ante la Juventus en el Camp Nou), el técnico de Zaandam decidió salir de inicio en el Olímpico de la capital ucraniana con un once inédito.

Para empezar, un desconocido Óscar Mingueza hacía su debut oficial con la camiseta azulgrana. Para continuar, futbolistas importantes como Dembélé, Griezmann o Jordi Alba arrancaban desde el banquillo. Trincao, Lenglet, Braithwaite, Aleñá, Pjanic, el mencionado Mingueza. Actores secundarios y en algunos casos residuales tenían su oportunidad en el iglú de Kíev. Sin espectadores, a apenas 2º de temperatura, el Barça dio toda una exhibición y pasó por encima de un Dinamo que poco se asemejaba al que había estado a punto de dar un disgusto en el Camp Nou unas semanas antes.

REFERENCIA PARA UN PARTIDO CRUCIAL

Al mencionado estreno del defensa de Santa Perpètua, se unieron en el segundo tiempo los de Matheus (los únicos minutos que acabaría jugando con el cuadro azulgrana) y Konrad de la Fuente. El brasileño hacía su incursión en el 73’ y el norteamericano, en el 83’. Otro que vivía su 'première' (en su caso en Champions) era Riqui Puig. Por todos es sabido que no era santo de la devoción de Koeman, que aquel día le dio entrada en el 65’ ya con el 0-2 en el marcador. Cuatro debuts y una noche redonda para un Ronald que sacó pecho después en rueda de prensa.

Con la plaga de bajas que tendrá Sergi para afrontar la cita este próximo martes en el mismo escenario, el Olímpico, sin duda es una referencia para tener en cuenta en un duelo totalmente trascendental para los intereses deportivos y económicos de un FC Barcelona en la UCI.