Historia SPORT

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La evolución imparable de "los que tiran del carro"

Nico, Gavi y Abde sostienen a un Barça en el que los veteranos no están dando el paso al frente que pidió Xavi

El marroquí es un encarador nato, el sevillano un nervio que no le teme a nada y Nico, un talento como pocos

Las lágrimas de Gavi tras ser sustituido en el Bayern - Barça

Las lágrimas de Gavi tras ser sustituido en el Bayern - Barça / TELEFÓNICA

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

No pudo ser Xavi en rueda de prensa más claro y, al mismo tiempo, más áspero. "Es la nota positiva y, a la vez, negativa. Los jóvenes de 17,18,19 años están marcando la diferencia. Es un punto muy positivo para el futuro del Barça, pero también negativo. Son muy jóvenes para cargarse el equipo a la espalda". Probablemente de no ser por la precaria situación deportiva y económica del club no estarían teniendo tanta incidencia, si. Pero es injusto que ellos lleven el peso de todo. Y es que el paso al frente que Xavi pidió a los veteranos a su llegada no se ha producido.

En cualquier caso, los Nico, Gavi y Abde se han convertido en el clavo ardiendo al que agarrarse. Ilusionan y eso, en el actual presente del Barça, ya es muchísimo. Cada partido crecen un poco más. Maduran, se curten. Abde, este extremo en peligro de extinción que Planes se entestó en traer del Hércules, es un encarador de profesión. Tras el partido en Pamplona sus palabras no pudieron ser más espontáneas y clarividentes: "A mí me dicen que encare, pues yo encaro". Es insolencia, es desparpajo, imaginación. Mientras le duraron las piernas fue una pesadilla para la defensa rojilla. Y obtuvo el premio del gol. Más que merecido. 

SIN MIEDO A NADA

De Gavi hemos hablado mucho ya. Pero es que no salimos de nuestro asombro cuando le vemos a sus 17 años partirse la cara con jugadores que le doblan en edad y peso. En un gran porcentaje de los balones divididos logra robar el balón. En el otro, falta, palmadita en la espalda y a seguir. Es intenso, elegante en la conducción y derrocha personalidad. Volvemos a lo de la injusticia. No es justo que tenga que llevar él buena parte del peso ofensivo del equipo. Pero vaya si lo hace. 

Nico es uno de esos talentos que brotan con poca frecuencia. Tiene un físico y unas hechuras innatas para jugar a esto. Ha ganado muchísimo en temple y en frialdad a la hora de decidir desde su debut en el primer equipo. Cada vez cuesta más contabilizarle pérdidas de balón. Da sentido y, como demostró en El Sadar, tiene cualidades para llegar desde segunda línea y hacer mucho daño. Ese primer gol con el primer equipo fue la constatación de algo que veníamos sabiendo. Que no es un calco de Sergio Busquets. Que domina otras facetas del juego en las que el de Badía no se prodiga. 

Tres hombres ('Hombrecitos, vaya) que se han visto en la tesitura de llevar en volandas a un gigante del fútbol europeo herido. "Los que tiran del carro", como Xavi no duda en afirmar, que han demostrado no tener ningún problema en hacerlo en momentos tan bajos como el actual. Lo más importante ahora mismo es no quemarlos. Las imágenes de desconsuelo en el banquillo que nos han dejado los últimos partidos debe ser un aviso también para navegantes