Eusebio: "El Barça hubiese sido completamente diferente sin Cruyff"

Las reflexiones de Eusebio Sacristán

Las reflexiones de Eusebio Sacristán / AFP

SPORT.es

Eusebio Sacristán pasó revista a su carrera y reflexionó en voz alta para la web 'The Coachez Voice'. El ahora técnico y exjugador del Barça rememoró, antes que nada, sus primeros años como futbolista y su llegada al Barça. "Yo estaba jugando para el Atlético de Madrid. Había llegado allí después de cuatro años en el equipo de mi tierra, en el que debuté: el Valladolid. Entendía que en el Atlético de Madrid iba a poder aspirar a conseguir los objetivos importantes que quería en mi carrera. Estuve un año allí. El primer año de Jesús Gil como presidente, y César Luis Menotti de entrenador. Luego hay dos cambios más de entrenador aquel año y a final de temporada me entero de que el Barcelona está interesado en m"í.

Y se concretó su llegada al Barça. "Tenían un entrenador nuevo, Johan Cruyff, que se había fijado en mí. Aquello me llenaba de ilusión. El Barcelona era un equipo con más posibilidades de conseguir esos objetivos importantes, con más posibilidad de conseguir títulos. Además, con la llegada de Cruyff, un grandísimo jugador, al que yo había visto de niño y del que tenía muchos recuerdos. Y ahora estaría bajo sus órdenes.Veo que su propuesta es jugar con un rombo en el medio del campo, con cuatro jugadores por dentro. Veía que en esas cuatro posiciones yo podía jugar, con lo cual se me abría la opción de poder jugar dentro de su equipo".

"Luego veía que, tal y como estaban repartidas las posiciones, con tres defensores, un rombo en el medio del campo y tres delanteros, las posibilidades de pase desde la posición que yo ocupaba en el medio del campo eran muchas. Y justo lo que yo tenía de bueno era la técnica para hacer buenos pases y la toma de decisiones, elegir cuál es el mejor pase; el compañero que está mejor situado para ese pase.

"La parte técnico-táctica, juegos de posición, partidos cortos. Era todo con balón, como cuando era niño y jugaba con mis amigos en la calle en mi pueblo, La Seca. Y luego estaban los partidillos, partidos cortos de competición de tres jugadores. Era divertirse cada día. En mi profesión, que he elegido porque me gusta mucho, también me lo quería pasar bien cada día de mi vida profesional. Y ahora había un entrenador que planteaba una idea de juego, una metodología de entrenamiento, que nos permitía pasarnoslo bien".

Su evolución

Eusebio siguió recordando "En 1986, el Barcelona había perdido la final de la Copa de Europa, en Sevilla, ante el Steaua de Bucarest por penaltis." Era una final en la que se daba por hecho que la iba a ganar el Barça, pero no fue así. Cuando llegamos en 1988 el aficionado del Barcelona estaba muy decepcionado, muy desilusionado, había sido un trauma para ellos vivir aquel momento. Éramos una nueva generación de jugadores. Cuando empezamos a ver que nos lo pasábamos bien jugando y teníamos un entrenador con una mentalidad ganadora, fuimos entendiendo poco a poco que se podían generar las circunstancias ideales como para aspirar a ser nosotros los que consiguiésemos eso que el Barcelona llevaba buscando hace tantos años: la Copa de Europa".

El camino se fue haciendo paso a paso. "Sabíamos que no podríamos ganar La Liga esa primera temporada. Nos enfrentábamos a un Real Madrid muy consolidado, con jugadores ya en su plenitud y con el que era difícil competir desde un equipo que estaba en formación, como era el nuestro. Con jugadores jóvenes, que habíamos llegado nuevos, que estábamos creando un estilo, una idea.".

"Pero teníamos muchas esperanzas de poder lograr grandes cosas con ese equipo y ganamos la Recopa esa primera temporada, contra la Sampdoria, en Berna. Ganar una final jugando de una manera tan brillante nos trajo mucha satisfacción. Era refrendar que estábamos en el buen camino.Éramos una generación que de la mano de Cruyff había desarrollado un estilo diferente, revolucionario, atractivo, ofensivo”.

Cada vez sentíamos más que sabíamos lo que hacíamos, lo que teníamos que hacer cada uno en el campo. Confiábamos mucho en nuestra idea de juego, y estábamos influidos por la mentalidad ganadora de Cruyff. Johan estaba convencido de que era el mejor, y él nos hacía creer que nosotros también éramos los mejores y capaces de ganar a los mejores".

Y llegaron los éxitos. “Cruyff nos enseñó a nosotros, sus jugadores, muchas cosas que todos hemos ido integrando en nuestra idea de juego. Todos estamos influidos por detalles que él nos transmitió. Para el club, la primera Copa de Europa lo significaba todo. Para los jugadores fue un motivo de alegría y satisfacción. De niño sueñas con esos momentos. Antes de la final, puedes ver que tienes tu sueño ahí al alcance de la mano. Y luego se vuelve realidad. Pero esa realidad nunca hubiera podido ser sin Johan. El Barcelona hubiese sido completamente diferente sin él, y el fútbol también. La influencia que ha tenido Johan con sus ideas en el mundo del fútbol ha sido bestial. Él tuvo una influencia determinante en lo que es el juego hoy en día".

Y Eusebio argumentó con contundecia. "La presencia de Cruyff es todavía decisiva, por sus enseñanzas. Él nos transmitió una serie de conceptos técnico-tácticos que te ayudaban a pensar dentro de un terreno de juego, a tomar buenas decisiones, a tomar la mejor decisión.Cruyff nos enseñó a nosotros, sus jugadores, muchas cosas que todos hemos ido integrando en nuestra idea de juego. Todos estamos influidos por detalles que él nos transmitió. Nos fuimos dando cuenta al ponerlos en práctica de que eran efectivos. Ahora como entrenadores lo que hacemos es tratar de transmitirlo en nuestros equipos y a nuestros jugadores".

Y el epílogo final es una declaración de principios. "No se trata solo de tomar las ideas de Johan y transmitirlas. Pero sin duda todos los que jugamos para él adquirimos un gran conocimiento futbolístico. Eso se queda contigo para siempre".