Eto'o, corazón indomable

"¿Qué quien era Eto’o en un campo de fútbol? El mismo chaval que era fuera. Alguien que cree que todo es posible en la vida y que mientras haya una oportunidad hay que intentar cogerla, porque cada uno tiene su misión aquí abajo”.

Samuel Eto’o (38 años/Duala, Camerún) es de esos tipos que hablan de ellos mismos en tercera persona. Como si en cada intervención quisiera  recordar al mundo que le debe algo. 

Ocurre a menudo con personas de orígenes humildes que consiguen dejar su marca tras perder la inocencia antes que la mayoría. Eto’o nunca se ha despegado de esos inicios (“correré como un negro para vivir como un blanco”, dijo en su presentación con el Barça) y siempre ha entendido la vida sin dobleces. Los que están con él (a los que llama “hermanos”) o los que están contra él. 

Su fútbol se nutrió de esa mezcla explosiva: darlo todo por los suyos y pasar factura a sus rivales. Entre ellos el Madrid, su particular espina clavada. El club que no creyó en él y al que más tarde le hizo la vida imposible con el Barça  (¿quién no recuerda aquello de ‘Madrid, cabrón, saluda al campeón’?). 

En sus cinco años en el club azulgrana encontró el mejor sitio para reivindicarse y cumplir la que él entendía que era su misión: ser uno de los mejores del mundo.

Antes, pasó por las manos de Luis Aragonés, un padre para él. Uno de los primeros que trató de templar un temperamento explosivo. Un chico siempre con la mecha encedida. De sangre caliente, pero también con un gran corazón. “Luis Aragonés me preguntó si quería ser un buen o gran jugador y yo le dije: ‘¿cuál es la diferencia’, él me respondió: ‘la diferencia es que tu eres un buen jugador porque cambias un partido, pero necesitas ganar títulos para ser un grande. Ve a un equipo importante y gana títulos’. 

Eto’o se alejaba del prototipo de futbolista políticamente correcto. Hablaba el lenguaje de la calle. “Jugué con tres fenómenos en el Barça: Ronaldinho, Messi e Iniesta. Pero Ronaldinho en su momento, era impresionante. Cuando salíamos del túnel del Camp Nou le decía: ‘¿Negro, la vamos a armar?’, y él me decía: ‘Tú corre, y  te llegara la pelota’.

Sin filtro

Lo suyo siempre ha sido una honestidad brutal. Y cuando reventaba más valía estar lejos como ocurrió  en  en Vilafranca. Frente a unos niños con cara de poker. “A ver si alguien tiene huevos de decirme que me negué a jugar”.

Cansado de sentirse señalado y en un Barça en pleno extravío disparó contra todos. Aquellos eran los últimos días del Barça de Rijkaard, pero antes (y después ya con Guardiola en el banquillo) cambió la historia al lado de Ronaldinho.  

“Me encontré un buen equipo pero al que le faltaba creer que se podía. Llevé mi espíritu de ‘mientras hay vida hay esperanza’ al grupo”, recordó a Barça TV.  Aquel equipo, el del segundo año de Rijkaard, tenía la humildad del que se ha llevado algunas lecciones del fracaso. “Éramos un equipo grande pero no éramos arrogantes; unos chicos de barrio que jugaban  en el Barcelona”. 

“Sabías que aparecía en los momentos importantes”

La frase es de Xavi Hernández y resume una de las claves de su paso por el Barça. Cuando la cosas iban mal o en los escenarios más exigentes, aparecía el mejor Eto’o.  

El camerunés era un delantero intensísimo. De esos que  juegan en permanente tensión. A menudo con los rivales. Otras con su propio entrenador. Y a veces, incluso, con algún compañero. En el campo se comportaba como un depredador. Siempre atento al error del rival como en el primer gol que le marcó al Madrid. Siempre dispuesto a ayudar a sus compañeros. Pero sobre todo a punto  para llevar la contraria a los que lo criticaban. 

Su juego no era elegante ni académico. Nada que ver con el sello de La Masia. Era un fútbol nacido en las calles de Camerún, entre piedras, descalzo. A menudo atropellado. Pero cuando cogía el balón se tenía tanta fe que podía con cualquiera. Sabía que tenía un físico privilegiado (sobre todo un primer arranque demoledor).

En el campo, como le ocurría cuando era un adolescente, también se buscaba la vida. Y  en sus celebraciones se podía ver una rabía que explotaba tras ver el balón en la red. 

Entre las más icónicas, la de la final de Champions en Roma, dando golpes  a su brazo. Reivindicando su sangre, sus orígenes en una explosión de euforia para la historia. Su gran temporada no cambió los planes de Guardiola, que no tenía ‘feeling’  con el camerunés, y se imaginaba un Barça con Messi de falso nueve. Eto’o sigue sin entender todo aquello.

“No tuvo el coraje de decirme las cosas a la cara. Tuve que recordar que no fue un gran futbolista. Le dije: yo soy Samuel Eto’o. Soy yo quien te hace ganar. Hice mucho por el club”, aseguró en  ‘BeIn Sports’ hace cinco años. También se lo cobró el camerunés. Esta vez en las filas del Inter y con Mourinho, la némesis de Pep, en el banquillo en unas semifinales de Champions. 

Con las maletas a punto

Años después, comenzaría una etapa en marcada por los cambios drásticos. Pasando por clubes como Anzhi,  Chelsea, Sampdoria, Antalyaspor o finalmente Qatar SC.

Ahora ha anunciado el final de su carrera. Convertido en uno de los mejores jugadores africanos de la historia y en uno de los ‘9’ más recordados para los culés. Eto’o cuelga las bota a los 38 años con un mensaje definitivo: “The End. Hacia un nuevo desafío. Gracias a todos, mucho amor y adrenalina”.

Detrás deja un legado tremendo y un palmarés envidiable (entre lo más destacado cuatro Champions). Pero sobre todo la huella de los jugadores históricos. Aquellos que además de lograr grandes éxitos tienen una buena historia y una personalidad arrolladora. 

El palmarés

Real Madrid:

Intercontinental (1997-98)

Champions (1999-2000)

Mallorca: 

Copa del Rey (2002-03)

Barcelona: 

Ligas (2004-05/2005-06/2008-09)

Copa del Rey (2008-09)

Supercopa de España (2004-05/2005-06)

Champions (2005-06/2008-09)

Inter:

Serie A (2009-10)

Copa de Italia (2009-10/2010-11)

Supercopa de Italia (2009-10)

Champions (2009-10)

Mundial de Clubes (2009-10)

Camerún:

Copa África (1999-2000/2001-02)

Juegos Olímpicos (1999-2000)

Números en el Barça

199 partidos/129 goles/35 asistencias

Números totales clubes

762 partidos/371 goles/130 asistencias

Números totales Camerún

125 partidos/57 goles27 asistencias

Galardones individuales

Futbolista africano del año (2002-03/2003-04/2004-05/2009-10)

Golden Foot (2014-15)

Mejor jugador final de Champions (2005-06)

Incluido en el once ideal del FIFPro (2004-05/2005-06)

Balón de Oro Adidas al mejor jugador del Mundial de Clubes (2009-10)

Delantero del año de la UEFA (2005-06)

Pichichi la Liga (2005-06)

Máximo goleador  Copa África (2005-06)

Quinto lugar Balón de Oro (2008-09)

Tercera posición Jugador Mundial de la FIFA (2004-05).

Clubes

Leganés (1997-98), Real Madrid (1998/1999-00), Espanyol (1999), Mallorca (2000-04), Barcelona (2004-2009), Inter  (2009-2011), FK Anzhi (2011-13), Chelsea (2013-14), Everton (2014-15), Sampdoria (2015), Antalyaspor (2015-17), Konyaspor (2018), Qatar SC (2018-19)